Atractivos turísticos de la provincia de Sălaj

Hoy llegamos hasta el oeste de Rumanía, para descubrir los atractivos turísticos de la provincia de Sălaj. Hablaremos sobre el castrum romano de Porolissum, la reserva natural Grădina Zmeilor, así como sobre la gastronomía local. Nuestro guía es Mircea Groza, de la Asociación de Desarrollo Intercomunitario Sălaj Plus, un conocido especialista en gastronomía.

Sălaj es una provincia pequeña, con una superficie que no supera los 4000 metros cuadrados, pero en ella habitan varios grupos étnicos que han dejado su impronta en la cultura y la civilización locales. Es una provincia con distintos atractivos turísticos. Hoy nos detendremos en primer lugar en el complejo arqueológico de Porolissum.

«Es una de las zonas de investigación arqueológica más importantes de Rumanía. El hecho de que se encuentre en las inmediaciones de la capital de la provincia, Zalău, nos beneficia. Asimismo, todos los recorridos se sitúan en torno a este punto de interés. Se trata del mayor castrum de frontera de la Dacia romana. Tiene un anfiteatro, edificios religiosos y fortificaciones menores de la zona del limes. El limes era la frontera del Imperio romano, y ahora nos encontramos en su límite septentrional. Recientemente, hemos adecuado este complejo arqueológico para que sea más accesible a los turistas. Se han creado espacios de descanso y recreación dentro del castrum, en una zona con mirador. Se han realizado reconstrucciones gráficas en 45 paneles, que también contienen información. Se ha creado un centro de información turística, donde también hay una tienda de recuerdos. Contamos permanentemente con un guía especializado. Estamos creando aplicaciones que facilitarán el acceso a información sobre el complejo arqueológico.»

No muy lejos de este campamento militar romano se encuentra el jardín botánico de Jibou. Lo cuenta Mircea Groza, de la Asociación de Desarrollo Intercomunitario Sălaj Plus:

«Es un jardín que, en una extensión de aproximadamente 20 hectáreas, cuenta con una colección de plantas de una diversidad extraordinaria, la más rica, y de mayor envergadura que se pueda encontrar en toda Rumanía. Asimismo, la zona es espectacular. No lejos de Jibou, hacia Porolissum, llegamos hasta Grădina Zmeilor (el jardín de los dragones, en español). Este es un lugar único, quizás hasta en Europa. Es una reserva natural protegida, que tiene casi tres hectáreas, famosa sobre todo por su conjunto irregular de rocas. Estas aparecieron por un fenómeno de erosión destructiva de la arenisca. Asimismo, las formas extrañas tienen nombres inspirados en la cultura local.»

En cuanto a los lugares de interés cultural, no podemos dejar pasar el Museo de Arte e Historia de Zalău. Se ha adaptado a las nuevas tecnologías y a las nuevas tendencias referentes al funcionamiento de este tipo de instituciones, comenta Mircea Groza.

«El museo ha desarrollado un concepto moderno y propone que nos adentremos en la historia mediante las tecnologías actuales: la realidad virtual o aumentada y modelos 3D. Asimismo, ya se está contemplando crear un nuevo concepto de programa de exposiciones titulado “Quiero ir al museo”. Gira en torno a exposiciones en 3D. El museo se mantiene al día en cuanto a todo lo que pasa en el mundo y hay muchas cosas por mostrar, especialmente en esta época difícil, en que cuesta anticipar qué pasará con el turismo. Por otro lado, hay pueblos que cuentan con museos vivos o museos del pueblo hechos por aficionados. Así, cabe mencionar a Ligia Bodea Pop, del pueblo de Iaz, en cuyo museo ha reunido miles de piezas. Ha creado una aldea a partir de varias viviendas, que sigue creciendo. Lo ha hecho todo por pasión, pagado de su propio bolsillo. Otros jóvenes de la provincia han seguido su ejemplo y organizan eventos relacionados con las tradiciones locales. Así, en el pueblo de Marin, han recuperado celebraciones tradicionales  como el baile del granero, la boda o la feria.»

Sălaj es reconocido a escala nacional también por la producción de vino y, en particular, del aguardiente tradicional, la palincă. Lo cuenta Mircea Groza, de la Asociación de Desarrollo Intercomunitario Sălaj Plus:

«La palincă de Zalău podemos considerarla ya una marca local. A su vez, disponemos de bodegas que siguen funcionando y que se pueden visitar. Asimismo, la apicultura es común en los pueblos de Sălaj. Por supuesto, no puedo olvidarme de mi gran pasión, la gastronomía. Durante los últimos 40 años, he investigado en el campo de la gastronomía tradicional. Solo en el condado de Sălaj, he logrado identificar y documentar 397 recetas de sopas agrias y otros caldos, distintos en cuanto al nombre, los ingredientes y el sabor. El turista tiene la oportunidad de completar su experiencia con estos platos especiales. Siempre he dicho que Rumanía está representada gastronómicamente por dos elementos extraordinarios: los caldos (sopa, ciorbă y borsch) y los guisos. Tenemos una diversidad increíble. Solo en Sălaj, contamos con más de 170 recetas distintas de guisos, que he descubierto, reconstruido y documentado.»

Cabe mencionar que no todas estas recetas son rumanas. Hay recetas judías, eslovacas o húngaras. En Sălaj, hay pueblos con un núcleo compacto, que son eslovacos o húngaros. Este hecho ha influido de forma positiva en la gastronomía tradicional local, ya que la ha diversificado mucho. Las recetas se transmitían y se siguen transmitiendo de pueblo a pueblo, de calle a calle y de casa a casa, con una sonrisa.

Así, hemos descubierto un destino perfecto para todos los públicos, sobre todo para familias con niños. El turismo rural está bien desarrollado, por lo que no tendrán problemas de alojamiento y podrán descubrir las historias interesantes que esconden los platos tradicionales, algunos centenarios.

Versión en español: Víctor Peña Irles