Cultura, historia y espiritualidad en el distrito de Bistriţa
Hoy volvemos a viajar al distrito de Bistriţa, para descubrir su rico pasado y la multiculturalidad. Nuestros invitados son Ovidiu Teodor Creţu, el alcalde de Bistriţa Năsăud, el padre Ioan Dâmbu y Gavril Ţărmure, el director del Centro Cultural Local.
El distrito de Bistriţa-Năsăud está situado en el centro norte de Rumanía donde los Cárpatos Orientales se cruzan con la meseta de Transilvania. Las granjas de Bistriţa, el verde de los bosques de abeto, las aldeas que conservan antiguos trajes y costumbres, así como la belleza de la naturaleza representan elementos de interés para los turistas de todo el mundo que visitan esta zona. Bistriţa es la ciudad capital del distrito, cuya primera mención documental data del año 1264. Es un antiguo burgo alemán y un importante centro histórico. Aquí nacieron escritores rumanos como Rebreanu y Coşbuc, y también el poeta Andrei Mureşanu, el autor del himno de Rumanía. La zona de Bistriţa Nasăud tiene un importante valor folclórico, y cuenta con muchos monumentos medievales. Ovidiu Teodor Creţu, el alcalde de la ciudad, nos amplía más detalles sobre el desarrollo de la zona.
”En 1330, el rey húngaro Luis el Grande luchaba en el territorio de Transilvania contra los aristócratas húngaros. Los sajones de Bistrita apoyaban al emperador que logró firmar un acuerdo de paz con los aristócratas y luego, para recompensar a los sajones, les otorgó el título de ciudad libre real con el derecho de organizar una gran feria igual que la de Budapest, así como el derecho a tener su propio sello y tribunal y de colocar en el emblema de la ciudad el escudo de la Casa Real de Anjou. Luis el Grande, el rey de Hungría, pertenecía a la familia real Anjou de Francia. En el escudo había un avestruz con una herradura en el pico. Por esta razón, en el emblema de Bistriţa hay un avestruz, desde hace 700 años.
Hace 5 años, cuando hicimos la marca ciudad, colocamos este símbolo, pero de un tamaño más reducido, en varios lugares de la ciudad. Esta feria y el título de ciudad real libre contribuyeron al rápido desarrollo de Bistriţa durante aquella época, lo que hizo que superara a ciudades más grandes como Cluj, Sibiu y Braşov. Los habitantes se dedicaban al trabajo de los metales, fabricando armas y utensillos. La ciudad ha ido desarrollándose como uno de los 7 burgos transilvanos y en la actualidad, en el emblema de Rumanía, figura Transilvania con 7 ciudades, de las cuales una es Bistriţa.”
La educación desempeñaba un papel importante. Ovidiu Teodor Creţu, el alcalde de Bistriţa:
”La primera escuela de Bistriţa data de 1388. Los sajones decían que la educación es el futuro. También hay un dicho rumano que dice: ”Conocimiento es poder”. Hasta 1944, aquí había un instituto evangélico muy conocido. Entre 1400 y 1500, los jóvenes de Bistriţa continuaban sus estudios en universidades como las de Cracovia, Viena y Wittenberg. Se sabe que en 1488, había jóvenes estudiantes de Bistriţa inscritos en estas universidades.”
El padre Ioan Dâmbu, de la misión ortodoxa de Năsăud, ha destacado la importancia de la aldea y la relación entre la escuela y la iglesia.
”La aldea es la matriz, la aldea es el arquetipo. Mientras la aldea y sus campesinos sean conscientes y responsables, nunca desaparecerán los valores de nuestro pueblo, ni tampoco nuestra espiritualidad. La relación con la escuela es muy antigua y no ha sido creada por una sola persona. Esta relación se fundamenta en el sentimiento de pertenencia mutua. La iglesia y la escuela son las instituciones fundamentales del pueblo rumano. En todo el distrito de Năsăud, hay varias religiones,con una mayoría de rumanos ortodoxos. Aquí viven juntos romano-católicos, greco-católicos, reformados, protestantes, evangélicos luteranos, cultos neoprotestantes como pentecostales baptistas, etc.”
En Bistriţa se organizan amplios acontecimientos culturales. Ovidiu Teodor Creţu, el alcalde de Bistriţa:
”Prácticamente, desde la fiesta sajona de Domingo de Ramos cuando organizamos el Festival Ostenmarkt, hasta el 1 de octubre, cuando tenemos el Festival de las Fanfarrias y el otoño en Bistriţa, cada semana organizamos un acontecimiento cultural. No todos tienen la misma envergadura, pero el Festival medieval organizado en junio por Florin Săsărman, un conocido cantante de música folk, es muy popular en toda Transilvania. Además el Festival Internacional de Folclore ”La Boda de Zamfira”, en julio, trae a Bistriţa entre 10 y 15 conjuntos folclóricos de Europa y de otros continentes. El presidente de la Asociación Internacional de Folclore está en Bistriţa, donde permanecerá durante los próximos 4 años: el prof. dr. Dorel Cosma, el director del Centro Cultural de Bistriţa. También organizamos la Gran Feria de Bistriţa. Se trata de la fiesta de la ciudad, celebrada el 24 de agosto, cuando Bistriţa se convierte en un centro cultural nacional con muchos conciertos de todos los géneros. Casi siempre que haya grandes acontecimientos, en Bistriţa tienen lugar conciertos de música clásica, ópera y representaciones de teatro.”
Muchos acontecimientos culturales son acogidos en el espacio de la sinagoga de Bistriţa. Fue construida en 1856 y es uno de los más importantes monumentos históricos de la ciudad, según ha dicho Gavril Ţărmure, el director del Centro Regional Cultural:
”Lamentablemente en la última mitad de siglo, , aquí no se ha celebrado la misa ya que había menos de 10 varones judíos y la sinagoga ha ido deteriorándose. Tenemos firmado un acuerdo con la Federación de las Comunidades Judías de Rumanía que nos permitió renovar este espacio y utilizarlo como centro cultural. En la sinagoga de Bistriţa tienen lugar los principales acontecimientos culturales de la ciudad. Casi todos los días organizamos un acontecimiento. Pero el espacio es idóneo para la música de cámara, ya que la acústica es perfecta. Hemos acondicionado un escenario, hemos traido un piano Yamaha de Japón. Los músicos que han dado conciertos aquí siempre quieren volver al escenario de la sinagoga de Bistriţa. Podemos decir que este espacio está destinado a las más importantes actividades culturales y educativas. Además, en el balcón hemos abierto una exposición de arte. No tenemos muchas plazas en el balcón, porque queremos conservar el estilo arquitectónico de las sinagogas de rito Ashkenazi. Así, hemos acondicionado la exposición, que cuenta con una amplia colección de más de 700 pinturas, obras gráficas, dibujos, esculturas, etc. El espacio es gratuito, no se paga nada, y así las escuelas y las instituciones de la ciudad se pueden beneficiar de un lugar inédito y al mismo tiempo muy útil para ellos.”
Aquí ponemos fin a nuestro programa de hoy, pero volveremos a Bistriţa para conocer más detalles sobre este lugar que inspiró a Bram Stoker su famosa novela ”Drácula”.
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