El estado de alarma decretado en el territorio de Rumanía el pasado 16 de marzo para combatir la pandemia de coronavirus se prolonga un mes más.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ha anunciado que extenderá el estado de alarma por un mes. Éste fue decretado el pasado 16 de marzo para combatir la propagación de la epidemia de coronavirus. En comparación con otros países, en Rumanía el aumento del número de personas afectadas por la epidemia de COVID-19 no ha sido tan grande, según ha declarado el presidente Klaus Iohannis, pero a la vez ha advertido que la población tiene que seguir respetando las medidas de distanciamiento social impuestas por las autoridades porque el pico de la pandemia todavía no ha sido alcanzado. Klaus Iohannis:
“Después de analizar las cosas, hemos decidido que hace falta prolongar el estado de alarma. He solicitado al Gobierno que piense en propuestas para incluirlas en este decreto. Esta semana elaboraremos el texto del decreto y al comienzo de la próxima semana emitiré un nuevo decreto que alargará el estado de alarma un mes más. Este período es absolutamente necesario para poder controlar la evolución de la pandemia.”
En cuanto a los equipos de protección, el jefe del Estado ha anunciado que esta semana llegarán al país mascarillas y trajes de protección para los médicos.
Klaus Iohannis:
“Todos sabemos que es un poco complicado adquirir materiales de protección: mascarillas, trajes, ventiladores, pero ya tenemos los primeros resultados significativos de las medidas tomadas por el Gobierno. Esta semana recibiremos 2,5 millones de mascarillas para los médicos, aproximadamente 5 millones de mascarillas de protección para las fuerzas del orden, gendarmes y policías, y unas 8.000 mascarillas llegarán a la población. En los próximos días llegarán aproximadamente 5.000 trajes de protección para los médicos y el personal médico.”
Además, el Ejecutivo de Bucarest ha aprobado una paga extra para todo el personal médico que entra en contacto con los pacientes infectados con el nuevo virus. 75.000 médicos, personal auxiliar y personal paramédico que tratan a los enfermos de COVID-19 recibirán al mes 2.500 lei (500 euros) de los cuales sólo pagarán el impuesto sobre la renta del 10% sin los aportes a salud y pensión. A la vez, mil asistentes sociales y comunitarios recibirán 2000 lei neto (alrededor de 400 euros) para cuidar a las personas aisladas en el hogar, solas y cuya edad supera los 65 años. El dinero, en total 810 millones de euros, proviene de fondos europeos del cual se podrán pagar también todas las adquisiciones de equipos médicos. Cabe precisar que el Gobierno de Rumanía debatió el lunes pasado la primera rectificación presupuestaria de este año. El ministro de Finanzas, Florin Cîţu, ha anunciado que los Ministerios de Sanidad y Trabajo recibirán más dinero.
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