Traje sencillo, en blanco y negro, bordado con símbolos geométricos. La tela que se pone encima de la falda, de forma rectangular, está adornada de rombos tejidos en hilo negro y blanco. Estos adornos recuerdan varios elementos de la arquitectura rumana, pero también la Columna del infinito, la célebre escultura de Constantin Brâncuşi. Las mujeres casadas solían llevar este tipo de traje.
La localidad data de la prehistoria y está cerca de Tapia, otro asentamiento de la antigüedad.
(foto: Colección etnográfica Marius Matei; texto: Monica Chiorpec)