Estufas con arte

estufas con arte "Intentamos continuar la tradición, actualmente estamos trabajando según la misma receta de 1906..."

 

     

Hace más de 100 años, más precisamente en 1906, en Mediaș fue fundada una fábrica de azulejos de terracota, por Gref Iulius. Durante casi 80 años (1938 - 2015) la fábrica tuvo varios propietarios, entre ellos el Estado rumano. Después de 111 años y muchos cambios sociales, políticos y económicos, Teracota Mediaș produce los mismos azulejos pintados, utilizando hornos antiguos, la receta original para mezclas de barro, el mismo número de manufacturas y la misma tecnología de esmaltado y pintura manual. Desde 2015, la fábrica es nuevamente propiedad de un empresario sajón, Uwe Draser.

Las baldosas se hacen de cerámica y se utilizan para construir el exterior de las estufas de baldosas. Los 5 elementos importantes que componen el exterior de una estufa son: platos, esquinas, zócalos, cornisas y borlas. Además de estas partes básicas, es posible fabricar exclusivamente componentes ornamentales, específicos para estufas ubicadas en ciudades, mansiones y casas antiguas: pilares, arcos, medallones, estantes, bordes, frontones, etc.

Radu George Stelian, gerente de la fábrica de Mediaş, nos cuenta la historia de este oficio, de ayer y de hoy:

 

 "Intentamos continuar la tradición, actualmente estamos trabajando según la misma receta de 1906, usamos los mismos hornos y tratamos de explicar a todos los clientes la diferencia entre este arte, porque esto es lo que hacemos, y los azulejos prensados manualmente y prensados mecánicamente por otros grandes fabricantes en el mercado. ¡Todo ha sido una locura! Porque es muy difícil sobrevivir en el mercado. Para darle una idea de las diferencias, uno de nuestros empleados que presiona manualmente produce alrededor de 800 piezas al mes, y si la fábrica se tecnologizara y trabajáramos solo con prensado mecánico, fabricaríamos entre 7 y 8000 piezas por día. ¡Una gran diferencia!"

 

La artesanía de la fabricación manual de baldosas de terracota fue casi olvidada a principios del siglo XX, cuando las estufas eran consideradas obsoletas después de la aparición de los sistemas modernos de calefacción.

Con todos los beneficios ofrecidos por los nuevos sistemas de calefacción, no han podido reemplazar ni la belleza de las estufas o chimeneas pintadas ni tampoco la atmósfera especial que transmiten. Por lo tanto, se dice que el horno de azulejos es uno de los artefactos más representativos de la civilización rumana, un artefacto capaz de representar eventos y cambios que ocurrieron a nivel de la sociedad desde el punto de vista étnico, político, social y económico. Radu George Stelian nos ha hablado sobre cómo resisten en el mercado:

 

 "Intentamos hacer algo más: es decir, tuvimos clientes que nos pidieron contribuir ellos mismos a la fabricación de la estufa, de las baldosas. Así que luego les ofrecimos la oportunidad de imprimir los azulejos ellos mismos y pintarlos. Si la madre, el padre y tres hijos vienen y quieren hacer una estufa especial, podemos fabricar esta estufa, esmaltarla, ellos la pueden pintar y luego sabrán qué baldosa ha hecho cada uno. Tenemos muchas personas que eligen hacer esto. Otro elemento diferente del resto de los fabricantes: si alguien compra una casa y encuentra ahí una estufa vieja y quiere restaurarla, podemos hacerle la restauración completa.
Hay otras personas que vienen con el dibujo de un azulejo en una hoja de papel, lo ponemos en moldes de yeso, y cuando la estufa está lista, pueden llevarse la estufa y los moldes respectivos, por lo que será una estufa única. Este es el nicho de negocio al que hemos intentado ir para resistir en el mercado. No es fácil, pero tuvimos la suerte de tener muy buenas colaboraciones con socios del país, e hicimos exposiciones en Bucarest, en Viscri, en el Museo Astra de Sibiu, en el Museo de la ciudad de Mediaş, ahora tenemos una exposición abierta en Viscri en la iglesia fortificada. Tratamos de mostrarle a la gente que la terracota no es solo una estufa, sino que también puede ser un objeto de arte".

 

La fábrica también cuenta con una colección de azulejos y moldes de Transilvania, entre ellos reproducciones de estufas raras del Museo Astra de Sibiu. Vuelve con detalles Radu George Stelian:

 

 "Tenemos más de 300 modelos, todas baldosas nuevas. Tenemos una compañera especializada en pintura, Iulia Costescu. Así que tenemos nuestros azulejos y hacemos réplicas de piezas antiguas del Museo Astra o de diferentes museos del país. Los modelos son muy variados. El cliente puede elegir según el área donde vive. Si tenemos clientes de Bucovina, podemos recomendar los azulejos antiguos tradicionales de esa zona, si provienen de Transilvania, pero quieren azulejos modernos, podemos hacer un diseño para ellos. Tienes que pensar que en este momento, la estufa de terracota ya no es una estufa clásica. Fabricamos estufas a las que se pueden conectar 10-15 calentadores, una especie de microcentral. Además del hecho de que se ve muy bien y es una estufa especial, también actúa como una microcentral. Especialmente en la zona de Transilvania, hay azulejos blancos pintados con azul. En Bucovina, los modelos están un poco más cargados y se pueden pintar en verde, rojo, o incluso amarillo".

 

Nos enteramos de que cada mes, aquí se venden unas 30 estufas grandes y 100 estufas premontadas. La fábrica trabaja con 30 empleados. Y las puertas siempre están abiertas para visitarla. Los turistas pueden participar en el proceso de fabricación, pueden hacer azulejos en miniatura y a la salida pueden llevárselos como recuerdo. Y eso es para que cualquier persona interesada pueda entender lo que significa este oficio.  

 

(versión española - Simona Sarbescu)

 

 

 


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Publicat: 2019-12-24 13:17:00
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