Domingo 20 de septiembre

domingo 20 de septiembre

Bueno, queridos amigos, os quiero contar, primero, que el 14 de septiembre en Rumanía ha comenzado un nuevo año escolar. Es un año escolar atípico, marcado por condiciones especiales de protección de la salud, provocadas por la epidemia de coronavirus. Los cursos en línea organizados la pasada primavera fueron una solución de emergencia temporal que permitió que la escuela funcionara, pero estaba claro que el sistema no debía aplicarse a largo plazo. Las autoridades tuvieron varios meses para encontrar la fórmula óptima, adaptada a la situación epidemiológica. Ha resultado una variante con tres escenarios, a los cuales se les han asignado tres colores: rojo, amarillo y verde. Cada escuela funcionará según el escenario que corresponda a la situación epidemiológica en el área donde se ubica. Así, la mayoría de las unidades escolares, más de 12.000, han abierto este lunes sus puertas en el escenario verde, que implica la participación diaria presencial de todo el alumnado. En casi 5000 escuelas se aplica el escenario amarillo, que prevé la actividad presencial de los alumnos de primaria y de último  curso y la vuelta parcial a los colegios y liceos por rotación de los alumnos de otras clases. Aproximadamente 300 escuelas funcionarán, por ahora, de acuerdo con el escenario rojo: los cursos se impartirán solo en línea. También se han tomado medidas especiales en los jardines de infancia para que los niños en edad preescolar estén seguros.


También os quiero compartir que el martes en Bucarest se ha puesto en funcionamiento una nueva línea de metro que conecta el oeste con el centro de la ciudad. Con la nueva línea de metro, M5, los ciudadanos del barrio de Drumul Taberei en Bucarest pueden utilizar el transporte subterráneo. El evento era muy esperado, dado que las obras, iniciadas en 2011, deberían haber durado 3 años. Esta nueva línea de metro da servicio a un barrio de unas 300.000 personas y está diseñada para transportar 50.000 pasajeros por hora. Tiene 7 km de doble línea, 10 estaciones y un depósito. Los tiempos de espera en las estaciones son actualmente de 6 minutos, estando asignados 10 trenes de los 82 que tiene la empresa de metro de Bucarest, Metrorex. La velocidad máxima es de 80 km/h. El proceso de compra de 13 trenes nuevos para esta línea está en marcha.

Conviene mencionar que actualmente el metro de Bucarest cuenta con una red de 80 kilómetros, distribuidos en cinco líneas principales y 63 estaciones. La idea de su construcción se remonta a principios del siglo XX, pero el primer tren funcionó en 1979. Según Metrorex, antes de la pandemia, las cuatro líneas más antiguas proporcionaban transporte diario para más de 600.000 pasajeros en casi todas las áreas de la ciudad. En la jerarquía de países europeos, el metro rumano se sitúa en la primera mitad, con cierta tendencia a subir en la clasificación. Lo que no se puede decir de los otros tipos de transporte, ya que Rumanía se encuentra entre los países con la infraestructura vial menos desarrollada de la Unión Europea.


Pasando ya a lo nuestro, me da mucho gusto recordar que esta semana celebramos dos aniversarios importantes.  El 16 de septiembre México celebró el Día de la Nación, recordando un año más el famoso “Grito de Dolores”, el punto de partida de la guerra de independencia de este país latinoamericano. Normalmente los mexicanos salen a las plazas públicas y emulan cada año la noche de 1810 en la que el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó a los feligreses del pueblo de Dolores, en el Estado de Guanajuato a levantarse en armas.

Luego, el 18 de septiembre, Chile celebra grandiosamente las Fiestas Patrias para conmemorar el inicio del proceso de Independencia de la Corona Española. Conocidas comúnmente como “el dieciocho” (en alusión a la fecha), la mayoría de las celebraciones más grandes ocurren alrededor de los días 18 y 19, pero el período de festividad puede durar hasta una semana. La gran mayoría de los chilenos celebra esta festividad en asados y “fondas”, disfrutando de comidas y bebidas tradicionales como las empanadas y la chicha. Las fondas son fiestas que usualmente se realizan en amplias locaciones y parques. Las fondas más grandes, como la del Parque O’Higgins en Santiago, atraen cientos de personas a sus carpas festivamente decoradas, su ambiente de júbilo y al son del baile nacional: la cueca.

Por supuesto que, este año, a causa de la pandemia, estos aniversarios se celebraron de manera muy distinta. Aprovecho este momento para felicitar a nuestros amigos oyentes mexicanos y chilenos y agradecerles la amistad y el apoyo constante.

 

Seguimos con los aniversarios personales: el día 19 de septiembre fue un día especial para nuestro amigo y fidelísimo colaborador Juan Carlos Buscaglia de Capitán Bermúdez-Argentina, quien cumplió, si no me equivoco, 45 años de practicar este noble hobby del Diexismo coincidente con su cumpleaños 74. Y luego, el día 20, Osmany Cabrera Herrera de Holguín-Cuba, otro constante colaborador de RRI, cumplió 28 años de edad y 10 escuchando nuestra emisora.

-Bueno, queridos Juan Carlos y Osmany, os envío mis más sinceras felicitaciones con la esperanza de que lo hayáis pasado en grande en compañía de vuestros seres queridos, pese a los impedimentos de este año. ¡Muchas felicidades, amigos, y un fuerte abrazo en la distancia!

 

Jorge Mares López de Churín-Lima-Perú nos escribe que sintoniza nuestras transmisiones en castellano desde hace muchos años porque le interesa saber más cosas de Rumanía y de Europa, en general. La villa de Churín, escribe Jorge, es conocida mundialmente por sus aguas termales, las cuales poseen propiedades medicinales.

-Muchas gracias, Jorge, por escuchar nuestros programas en español y por haber colaborado con nosotros. Me alegro mucho que te interese conocer mejor esta zona de Europa y espero que mantengas el contacto con RRI. Por ahora te mando un cordial saludo y quedo a la espera de tus noticias. ¡Hasta la próxima!

 

LAS GOTAS DE LA NOCHE, es el título del nuevo material que quiso compartir con nosotros Miguel Ramón Bauset desde Alboraia-Valencia-España.

El verano iba dando sus últimos coletazos. Las noches eran cada vez más largas, y las temperaturas notaban un descenso cada vez mayor.

Se acabaron las noches soporíferas de dar vueltas a la cama sin conciliar el sueño, y los días de ducharse varias veces. La humedad era la culpable en este lugar tan cercano al mediterráneo donde los campos de huerta marcan unos paisajes de ensueño en cualquier época del año. Los amaneceres junto al mar no tienen nombre y los ocasos despidiendo al rey astro merecen una contemplación diaria.

Hace muchos meses que no llueve, alguna vez caen ligeras gotas por equivocación que no hacen más que acalorar el ambiente del asfalto de la ciudad.

Los campos salvan la sequedad casi desértica de sus cultivos gracias al sistema de riego de las acequias que reciben el agua del rio Turia, por turnos, o de algún motor de riego cercano que obtiene el rico elemento de las profundidades de la madre tierra.

Hemos pasado un verano atípico pues a estos problemas cada vez más notorios, se ha unido en este año del doble veinte y encima bisiesto, la pandemia del coronavirus con todas las normas y medidas que ha habido que tomar y seguir. Lo importante es continua adelante, el día a día, y con salud sin duda. No se pueden planear cosas a larga distancia como estábamos acostumbrados. Tocan vivir ahora estos tiempos.

Al final del verano en la zona mediterránea suelen aparecer tormentas de verano con granizo incluido que arrasan en algunos casos cosechas ocasionando graves pérdidas económicas. O las gotas frías, hoy llamadas DANA, que además vienen acompañadas de fuertes lluvias e inundaciones, sin saber nunca exactamente, donde van a ocurrir.

Anochece. El sol ha vuelto a apretar hoy, pero no con igual intensidad. Las gentes se van dirigiendo a sus casas para cenar, intercambiar opiniones con la familia de cómo ha ido el día, ver si acaso un poco la televisión, porque aumentaron las cadenas, pero no la calidad de sus programas ni mucho menos disminuyeron los eternos minutos de publicidad. Y además al día siguiente hay que madrugar, por lo que, de trasnochar poco.

Sigue sin llover. Un vecino de cuatro calles más arriba, lleva años diciendo a la gente de su alrededor, que en el momento se jubilara iba a poner en marcha una fábrica de paraguas para atender al escaso mercado y de paso no aburrirse en esa nueva etapa de la vida. Se jubiló y echó su idea hacia atrás, visto que por aquí no tendrían éxito y estarían en los escaparates viendo pasar gente, sin que nadie se fijara en ellos. Y pensar que varios años atrás hasta había quienes los arreglaban sobre todo las varillas que rompía el viento cuando bordeabas una esquina y encima podía estar lloviendo agua a cántaros.

Siempre recordando tiempos mejores…que no volverán por supuesto.

Las ventanas abiertas de las casas empezaban a ver apagarse sus luces. El cielo con muchas estrellas. En la calle todo cerrado y algún transeúnte despistado circulaba a buen paso. Era la medianoche, el cambio de día, la hora en que las brujas salen a pasear con sus escobas. Los gatos maullaban desde las azoteas en sus asiduos paseos nocturnos. Se lo pasaban muy bien saltando de un lugar a otro, marcando su terreno por si acaso, y en ocasiones visitando a sus moradores, alguno de los cuales habían tenido la gentileza de dejarles comida y agua.

En un parque cercano de las cuatro farolas, solo funcionaban dos. Una sobrecarga de luz hace una semana, había dejado sin servicio las otras dos, y todos esperaban que en cuestión de días aquello quedara solucionado.

Todos dormían. Tan solo allá en un quinto piso, el más alejado, seguían viendo la televisión según certificaba el resplandor de las cortinas en una sucesión diferenciada de luces.

Era ya de madrugada cuando, en cuestión de minutos, se levantó un señor viento, del que se intuía iba ser el aperitivo de alguna sesión de lluvias cercana.

Así fue. Las estrellas habían perdido visibilidad terrestre, y desde aquí abajo podían verse una sucesión de nubes concatenadas que corrían y corrían como si alguien les persiguiese.

En el suelo, de repente, una gota, dos, seis…infinidad de ellas que disfrutaban de su caída. ¡LLOVÍA, POR FIN!

Había llegado el momento tan esperado. Junto al jardín se levantaba el olor a tierra mojada que era una delicia.

Ahora muchas luces aparecieron al levantarse e ir a cerrar ventanas y despertarse los numerosos vecinos que saltaban de alegría ante el inusual acontecimiento.

Estuvo lloviendo un par de horas moderadamente pero bien. El panorama había cambiado positivamente.

Antes de amanecer, podían divisarse de nuevo las estrellas, y hasta la hermosa luna, que hoy se había levantado un poco más tarde.

Las gotas de lluvia de la noche, nunca habían sido tan bien recibidas como en este momento.

-Muchas gracias, Miguel, por compartir este material sobre la lluvia, bonita y benéfica para nuestro bienestar. Un fuerte abrazo y ¡Hasta pronto!

 

 


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Publicat: 2020-09-20 05:41:00
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