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Cooperación en materia de seguridad

Angel Tîlvăr, Kathleen Kavalec, James O'Brien (Photo: Laurenţiu Turoi/MApN)

Más de dos años después de la invasión rusa de Ucrania, Rumanía sigue desempeñando un papel clave en los esfuerzos internacionales de apoyo a la administración de Kiev. Desde el apoyo logístico y de inteligencia hasta los esfuerzos para respaldar las exportaciones de grano ucraniano, Bucarest ha demostrado su utilidad y su valor como Estado miembro de la OTAN y de la UE. Como consecuencia, ya en 2022, Rumanía fue incluida en la lista de países «no amigos» del Kremlin, y las críticas e incluso las amenazas de Moscú se han multiplicado. En este contexto, el asistente para Asuntos Europeos y Euroasiáticos del secretario de Estado estadounidense, James O’Brien, se encuentra en Bucarest en una gira que incluye visitas a Bulgaria, Suiza y Eslovenia. Durante una reunión con el ministro rumano de Defensa, Angel Tîlvăr, el funcionario estadounidense declaró que Estados Unidos estaba trabajando con Rumanía en cuanto a los riesgos de seguridad derivados de la guerra en Ucrania. Subrayó la cooperación en el ámbito de la vigilancia aérea, marítima y terrestre para detectar y detener la llegada de drones rusos a territorio rumano.

O’Brien también afirmó que «Rumanía ha hecho mucho para construir su propia capacidad en todas estas dimensiones» y elogió la cooperación entre Bucarest y Kiev, que calificó de «esencial para el pueblo ucraniano» y «también ayuda a Rumanía a estar más segura». «Cuanto más Ucrania pueda luchar contra Rusia y mantener a Rusia ocupada para que se retire, más segura estará Rumanía. Nuestro trabajo con Rumanía consiste en asegurarnos de que la lucha no pueda extenderse y de que Rumanía pueda defender bien su territorio y a su pueblo frente a cualquier riesgo de que esta batalla se dirija en su contra», afirmó O’Brien.

Por su parte, el representante del Gobierno rumano destacó la necesidad de consolidar la presencia aliada en todo el flanco oriental de la OTAN y afirmó que este aspecto era «imperativo para la seguridad y la estabilidad de la región ampliada del mar Negro y no sólo».

A pesar del tenso contexto de seguridad, Rumanía no redujo sus esfuerzos diplomáticos para incorporarse plenamente al espacio Schengen, un derecho que se le niega desde hace años por razones políticas. Desde el 31 de marzo, tanto Rumanía como Bulgaria están incluidas en el espacio europeo de libre circulación sólo con fronteras aéreas y marítimas, siendo Austria el país que ha vetado hasta ahora la introducción de las normas de Schengen en las fronteras terrestres. En una conversación en Bucarest con su homólogo rumano, la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, elogió los esfuerzos de Rumanía a favor de la solidaridad europea en materia de asilo, como parte de su gestión de incorporarse plenamente al espacio Schengen. Por su parte, el ministro rumano del Interior, Cătălin Predoiu, expresó su esperanza de que este año puedan introducirse las normas de Schengen en las fronteras terrestres.

 

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