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Economía bajo presión: el impacto de la inflación

Rumanía, inmersa en un procedimiento por déficit excesivo desde el 2020, empieza el año con la ambición de hacer algo para darle la vuelta a la situación. Un objetivo natural, pero que parece extremadamente ambicioso, dado que las luchas de Bucarest en los últimos años no han logrado resolver el problema. La ecuación es aún más complicada ahora, en un año de maratón electoral. Habrá elecciones europeas, locales, presidenciales y parlamentarias, y Rumanía —el único país de la UE sometido al procedimiento por déficit excesivo en 2023— terminó el año pasado muy por debajo de los estándares de Bruselas.



La cifra alcanzada es incluso superior al objetivo previsto del 4,4 %, ya que estamos hablando de un déficit presupuestario en torno al 6 %. Al mismo tiempo, la tasa de inflación anual, un indicador que ha hecho pasar un mal rato a Rumanía y a otros países de la UE, alcanzó el 6,61 % a finales de 2023, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.



En general, todo el cuadro macroeconómico de Rumanía se caracteriza más bien por las diferencias entre los cálculos del Gobierno a principios y a finales de 2023 para la inflación, el déficit y los ingresos presupuestarios, afirman los analistas. «El 2023 fue un año económico muy complicado para Rumanía. La inflación bajó en línea con la evolución en Europa, aunque más lentamente. Pero la economía se ralentizó en la segunda parte del año y el crecimiento real del PIB se situará probablemente en torno al 2 %, por debajo de lo previsto», señala el informe Rumanía Eurozona MONITOR publicado en diciembre, coordinado por el académico Daniel Dăianu. ¿Cómo ve la situación el BNR? El portavoz de la institución, Dan Suciu:



«El año 2023 terminó, al final, mucho mejor de lo que preveíamos durante el año, sobre todo a principios de año, pero también durante el año hubo muchos temores, sobre que la inflación fuera más alta. Teníamos algunas preocupaciones sobre el crecimiento económico en 2023. Quiero decir, el objetivo del Banco Central era reducir la inflación, pero no llevar a la economía a la recesión, como ha ocurrido en muchos otros países de nuestro entorno, y al mismo tiempo, asegurarse de que las reservas de divisas alcanzan este nivel récord histórico, para que la estabilidad financiera y económica del país, especialmente desde una perspectiva externa, no quede en duda. Al fin y al cabo, estamos obteniendo buenos resultados, lo que nos prepara para un 2024 razonable. Yo no diría que esperamos milagros de 2024, todavía hay un gran conjunto de incertidumbres. Saben que tenemos un nuevo paquete fiscal que entró en vigor el 1 de enero. Tendrá, más allá de los intentos del banco, cierto impacto inflacionista para el primer trimestre de este año, pero aún no podemos dimensionarlo correctamente. Quiero decir, por supuesto, lo importante es que parte del seis y pico por ciento, que es la tasa de inflación, y no del siete u ocho por ciento, por lo que, una vez más, no tendrá un tamaño muy grande. Pero sí debemos estar seguros de que la inflación tendrá, al menos después de este trimestre, una tendencia a la baja. Ese es uno de los objetivos, cerrar el año con una inflación aún más baja, aunque en el primer trimestre tengamos un ligero aumento».



Las reservas de divisas del Banco Nacional de Rumanía mencionadas por Dan Suciu alcanzan los 59 770 millones de euros a finales de diciembre de 2023, frente a los 46 630 millones de euros a 31 de diciembre de 2022. Estas reservas son significativas, ha explicado Dan Suciu:



«Está el dinero que tiene el Banco Nacional y que representa varias fuentes, viene de varias fuentes y, en conjunto, dependiendo de la capacidad de tener mayores reservas de divisas, se puede emitir dinero, se puede liberar dinero en la economía, para que el crédito funcione a un ritmo aceptable, para que haya disponibilidad para todos los pagos y para todas las finanzas del país y el tipo de cambio tenga cierta estabilidad. Hay muchas funciones que puede desempeñar la reserva, incluido el endeudamiento que hace el país para que esté a un nivel más bajo, para permitir que la economía funcione a un ritmo razonable sin picos inflacionistas».



El comienzo del año traerá consigo un aumento de la tasa de inflación, en medio de subidas de los impuestos especiales y la eliminación de algunos incentivos fiscales, es la opinión de todos los especialistas económicos. También es probable que se reanude la tendencia de ligera depreciación del leu frente al euro, afirma el analista financiero Adrian Codirlașu, vicepresidente de CFA Rumanía:



«En los próximos años, sin embargo, creo que se reanudará la tendencia de depreciación lenta del leu frente al euro, lenta en el sentido de dos, tres puntos porcentuales al año o alrededor de 10 bani al año, como hemos tenido en los últimos años, en un contexto en el que la inflación en Rumanía es más alta que en la zona euro, así como en el contexto del déficit por cuenta corriente de Rumanía, que sigue siendo elevado. Tendremos un aumento de la inflación en enero, debido a los nuevos impuestos en vigor, es decir, aumentos del IVA, de los impuestos especiales, del impuesto sobre el volumen de negocios, que en realidad es otro IVA. Así que tendremos este shock en enero, quizá un punto, un punto y medio de inflación».



Y durante el año, con perspectivas de un elevado déficit presupuestario, la política fiscal será el principal riesgo para la inflación, añade Adrian Codirlașu.



Versión en español: Antonio Madrid

Categories: Retos del mañana
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