En nuestro paseo por la capital rumana nos detendremos en una preciosa casa convertida en museo en 1908. Desde su fachada, en la parte norte nos da una idea de que no es un edificio más. De hecho, es ahí donde se encuentran los retratos de Leonardo Da Vinci y Miguel Angel. Además de estos retratos, entre las decoraciones exteriores creadas por Aman junto al escultor Karl Stork, destaca también el alto relieve encima de la entrada principal y la escena de estudio. También son obras del artista la pintura interior, ornamentos, revestimientos e incluso algunas piezas del mobiliario, y todo en el exterior y en el interior refleja la visión del pintor.
Este museo, primera casa taller del artista es una de las pocas residencias que no ha cambiado con el tiempo. Conserva además la atmósfera de la belle epoque y contiene una gran parte de las obras del pintor. Es además uno de los museos conmemorativos más antiguos de Rumanía. Se puede ver la estancia que fue el taller del pintor y la sala de grabados, entre otras, así como una buena muestra de las obras del pintor rumano.