La Bienal de Venecia abrirá pronto sus puertas, el 20 de abril, convirtiéndose de nuevo en la capital mundial del arte durante más de siete meses.
En su 60ª edición, el certamen bienal reúne a más de 330 artistas, en su mayoría procedentes de América Latina, África, Oriente Próximo y Asia, al tiempo que presenta 88 candidaturas nacionales en los históricos Pabellones Nacionales de los Giardini y el Arsenale o en el centro de Venecia.
La Bienal se inaugurará con una exposición central titulada «Extranjeros en todas partes», comisariada por Adriano Pedrosa, el primer comisario sudamericano de la Bienal. Según él, la expresión extranjeros en todas partes tiene varios significados. «En primer lugar, significa que vayas donde vayas y estés donde estés, siempre encontrarás extraños: están/estamos en todas partes. En segundo lugar, no importa dónde estés, siempre eres realmente, y en el fondo, un extraño», explica Adriano Pedrosa.
La propuesta de Rumanía se titula «¿Qué es el trabajo?», está firmada por Șerban Savu y comisariada por Ciprian Mureșan. El proyecto que explora la relación entre trabajo y ocio se expondrá en el Pabellón Nacional inaugurado en 1938 por el historiador Nicolae Iorga, pero también en el corazón de Venecia, en la Nueva Galería del Instituto Rumano de Cultura e Investigación Humanística.
En el Pabellón de Rumanía, los visitantes podrán contemplar más de 40 cuadros, una visión de la práctica de Savu en los últimos quince años. Según el Instituto Cultural Rumano (ICR), la exposición examina la iconografía del trabajo, inspirándose en el realismo histórico y el arte propagandístico de los países que formaron parte del llamado Bloque del Este. En lugar de desafiar o desmantelar directamente estos discursos, Savu los cuestiona, con el objetivo de representar momentos de pausa y suspensión en los que la frontera entre el trabajo y el ocio se difumina, señala el ICR.
Estos momentos de incertidumbre surgen como reflejo de transformaciones y crisis sociales más amplias. Șerban Savu, por su parte, se declara interesado por «el mundo entre mundos, entre lo rural y lo urbano, entre el trabajo y el ocio, un mundo híbrido e indefinido o que empieza a tomar forma, es el mundo de las periferias que contiene todas las posibilidades del futuro. Muchos de mis personajes descansan durante las horas de trabajo y trabajan en su tiempo libre, en un estado de suspensión anárquica, fuera del sistema productivo», explica el artista.
Los personajes de Șerban Savu están, como él mismo afirma, en antítesis con la idea y la representación del obrero en el arte oficial del régimen comunista, no son ni heroicos ni monumentales. Al mismo tiempo, hablan del fracaso de un proyecto sociopolítico en quiebra, pero sobre todo de la vida actual, en la que intenta encontrar su lugar y su sentido.
Versión en español: Antonio Madrid