Divergencias en el sistema judicial
En Rumanía se han reanudado las protestas contra las anomalías del sistema judicial.
Bogdan Matei, 12.12.2025, 11:49
Hace menos de una década, cientos de miles de rumanos salieron a la calle para protestar contra el intento del líder socialdemócrata Liviu Dragnea, entonces el hombre fuerte de la escena política del país, de subordinar la justicia y frenar la lucha contra la corrupción en las altas esferas del Estado mediante las órdenes de emergencia del Gobierno que controlaba.
Posteriormente, precisamente por actos de corrupción, Dragnea ingresó en prisión durante un breve periodo de tiempo, su propio partido lo repudió y hoy es un personaje completamente marginal que sólo aparece en programas de gastronomía de la televisión, donde cuenta lo que cocinaba en la cárcel. Y la tan cacareada independencia de la justicia parece haberse convertido, según la prensa, en una especie de dictadura de los magistrados, cuyas sentencias, desde el todopoderoso Tribunal Constitucional hasta el último juzgado de provincia, han hecho que la confianza del público en el sistema se desplome.
Los rumanos vuelven a salir a la calle estos días, no para defender a quienes visten togas moradas o negras, sino para castigar su arrogancia, suficiencia y cinismo. Los convocantes de las protestas afirman que una investigación periodística ha revelado que la corrupción se ha apoderado del sistema con la ayuda tácita de los políticos que votaron las leyes de justicia. «Es hora de decirles que la situación es intolerable y de exigirles a los políticos que dicen querer un Estado de derecho y a las personas honradas del ámbito de la justicia que pongan remedio. Lo que ocurre en la justicia nos afecta a todos. Al igual que la corrupción afecta a nuestra vida cotidiana», afirman los manifestantes.
Piden la destitución de la jueza Lia Savonea como presidenta del Tribunal Superior de Casación y Justicia, la destitución de la pasiva dirección de la Dirección Nacional Anticorrupción y la del ministro liberal Cătălin Predoiu (hoy ministro del Interior), durante cuyo mandato en Justicia se produjeron los hechos denunciados por los periodistas de investigación. También piden la revisión de las competencias del Consejo Superior de la Magistratura y la eliminación por vía legislativa de las llamadas «lagunas jurídicas» que permiten aplazar los procesos penales hasta la prescripción.
El hecho de que el sistema aún tenga anticuerpos queda demostrado por los casi doscientos fiscales y jueces de la mayoría de los tribunales más importantes que han firmado una carta de apoyo a los magistrados que han denunciado las anomalías del sistema, señalando que no se trata de casos aislados, sino de problemas sistémicos. «La verdad y la integridad no deben ser sancionadas, sino protegidas», afirmaron los magistrados firmantes de una carta abierta.
En respuesta, la Sección de Jueces del Consejo Superior de la Magistratura tacha la investigación periodística de parte de un plan elaborado con el objetivo de desestabilizar el poder judicial destruyendo la confianza en el sistema y sus dirigentes.
Por su parte, la dirección del Tribunal de Apelación de Bucarest denuncia un linchamiento mediático y una demonización mediante la manipulación.
Versión en español: Victoria Sepciu