El huevo ocupa un lugar central en la tradición de la Pascua rumana. Está pintado de rojo y otros colores. La batalla de los huevos el Domingo de Pascua se acompaña del deseo: "¡Cristo ha resucitado!". – “¡Verdaderamente ha resucitado!” En Rumanía hay tres museos de huevos pintados, todos ellos situados en Bucovina.
La Pascua es la fiesta más antigua e importante del cristianismo, que trajo a la humanidad la esperanza de la salvación y la vida eterna mediante el sacrificio de Jesucristo.
En Rumanía, en el mes de marzo, la celebración del Martisor es una de las tradiciones más bellas y antiguas.