Leyes de Educación
Hace cinco años, la actual ministra de Educación, Ligia Deca, coordinó, sobre el papel, el proyecto “Rumanía educada, asumido por el presidente Klaus Iohannis y debatido durante sus dos mandatos al frente del país.
Roxana Vasile, 12.04.2023, 10:04
Hace cinco años, la actual ministra de Educación, Ligia Deca, coordinó, sobre el papel, el proyecto “Rumanía educada, asumido por el presidente Klaus Iohannis y debatido durante sus dos mandatos al frente del país. Puesto ahora en práctica bajo la forma de las nuevas leyes de educación, el proyecto busca una respuesta a los graves problemas del sistema educativo rumano. Solo recordemos que, después de la Revolución anticomunista de 1989, las leyes en la materia han sido constantemente modificadas por ministros de distintos colores políticos, que estaban al frente de la educación, pero no lograron solucionar las carencias que docentes, estudiantes o padres de familia señalaban como probables causas que afectaban al proceso educativo de mal en peor.
Después de una primera etapa de consultas en 2016-2017, el proyecto Rumanía educada se lanzó a debate público en 2018. Como asesora presidencial para Educación, Ligia Deca lo coordinó directamente, participó en los debates y en el informe final lanzado en el verano de 2021. Más de 60 estructuras educativas y casi 13 000 personas trabajaron en su realización.
El otoño pasado, el presidente Klaus Iohannis nombró a Ligia Deca ministra de Educación y afirmó que Rumanía educada es un proyecto nacional muy necesario y que debe incorporarse lo antes posible a la ley o… mejor dicho… las leyes. La Ley de Educación Preuniversitaria tiene como objetivo, entre otras cosas, reducir el abandono escolar, y con la Ley de Educación Superior también se quiere apoyar la cooperación europea de las universidades rumanas. La profesionalización de la carrera docente, el aumento del acceso a la educación temprana, la reducción del analfabetismo funcional, la adaptación de los programas al mercado laboral, la modernización de los métodos de prueba y evaluación, así como la mejora del apoyo a los niños de entornos desfavorecidos son otros objetivos igualmente importantes.
Sin embargo, la mayoría de los padres e hijos están interesados en lo que sucederá con la Evaluación Nacional (examen de ingreso a la escuela secundaria) y el Bachillerato. Del Bachillerato se sabe que prevé una prueba más, que apunta a las competencias básicas de los alumnos, y, además, aparece el Bachillerato Tecnológico. En relación con la admisión a la escuela secundaria, la propia Ligia Deca recientemente ha dado explicaciones en Radio Rumanía:
En esencia, se trata de la Evaluación Nacional tal como la conocemos ahora, en lengua rumana y matemáticas, más una lengua materna cuando corresponda, seguida de una posible admisión a la escuela secundaria solo para aquellos perfiles en los que haya competencia, y ahí hablamos solo de alrededor del 60 % de las plazas que se pueden asignar a través de este concurso de admisión, el 40 % restante se asigna en función de la distribución informatizada, basada en las calificaciones de la Evaluación Nacional. Los estudiantes y los padres deben saber que estos cambios no entrarán en vigor inmediatamente después de que se aplique la ley, por lo que en ningún caso será el próximo año o dentro de dos años. Queremos previsibilidad y, entonces, aquellos niños que ingresen a quinto grado en el primer año escolar posterior a la aprobación de la ley harán la Evaluación Nacional y el ingreso a la escuela secundaria con la nueva fórmula. Más concretamente, el ingreso a secundaria se aplica a partir de 2027 como muy pronto, y el examen de Bachillerato en 2028 ó 2029, según la rapidez con la que completemos la reforma curricular.
Las nuevas Leyes de Educación pretenden centrar el sistema educativo en los estudiantes y estimular el potencial que tiene cada niño. ¿Cómo será esto posible?
La ministra Ligia Deca explica:
Hablamos de un cambio de paradigma. No se trata del currículo según decisión de la escuela, sino que se tratará del currículo según decisión del estudiante a partir de la oferta de la escuela. Queremos que este componente de opcionalidad se incremente y se adecúe más al potencial de los niños. Al mismo tiempo, habrá una carpeta del estudiante que básicamente reunirá toda la información sobre el transcurso educativo de un niño, permitiéndonos intervenir, cuando surjan problemas, mucho antes de lo que somos capaces de hacerlo ahora. En cada ciclo educativo hay disposiciones en la ley que vinculan mucho mejor al orientador escolar, a los tutores, a la familia y al resto del personal docente, de manera que haya un plan individualizado para cada alumno. También, a través del programa nacional para reducir el analfabetismo funcional, tendremos pruebas estandarizadas, anuales, que nos permitirán ver dónde debemos insistir, dónde podemos pasar a un mayor nivel de complejidad para niños con capacidades de alto rendimiento, etc. Entonces, hablamos de unas leyes mucho más enfocadas a las necesidades del estudiante.
En cuanto al profesorado, ¿qué cambiará en el salario y en la evaluación de su actividad?
Ligia Deca: El Ministerio de Educación y las principales federaciones sindicales hemos estado trabajando, en los últimos meses, sobre cómo deberían verse las escalas salariales dentro de la nueva ley de salarios. Estos documentos los envié al Ministerio de Trabajo ya en febrero, con la idea de ayudar a concretar la propuesta de Educación en la ley de salarios. Ha habido discusiones directamente con las federaciones sindicales, pero también entre las federaciones sindicales y los representantes de los partidos en la coalición de gobierno. En cuanto a la evaluación de la actividad del profesorado, hemos acordado explorar juntos cómo podemos adaptar las herramientas que ya tenemos, como la calificación por méritos, pero también cómo podemos implementar nuevas herramientas, por ejemplo, esa herramienta a través de la cual el 2 % del fondo de salarios está a disposición del director, para poder motivar al profesorado que se involucra más en los proyectos de la escuela.
Por ahora, las cifras muestran que el abandono escolar es uno de los grandes problemas de la escuela rumana, según Eurostat; Rumanía registra el mayor porcentaje de niños que abandonan la escuela en Europa. El más acusado es el abandono en las zonas rurales. Luego, el analfabetismo funcional, medido en las pruebas PISA realizadas por estudiantes rumanos de 15 años, también es problemático. La puntuación obtenida por ellos está muy por debajo de la media europea. En otras palabras, un número considerable de niños rumanos de 15 años no logran, por ejemplo, comprender lo que leen. La falta de profesores de escuela y personal escolar calificado es otro problema que ha permanecido sin resolver durante años. En los últimos años, los porcentajes de aprobados en los exámenes de titularidad son preocupantes. La violencia en las escuelas y el consumo de sustancias prohibidas, cada vez más comunes en los últimos tiempos, tampoco deben pasarse por alto.
Sin embargo, los contrarios al proyecto presidencial Rumanía educada dicen que este no parte de los problemas concretos existentes, sino que es solo una colección de generalidades. Por eso piensan que, a pesar de los cambios que traerán, las leyes resultantes del proyecto confundirán más que resolverán los problemas existentes.
Se destinarán más de 3000 millones de euros del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, aprobado en Bruselas, para la implementación de las reformas previstas por los nuevos actos normativos. ¡Queda por ver si, una vez que llegue a los destinatarios, el dinero demostrará su utilidad, aumentando la calidad de la educación rumana!