A poca distancia de Bucarest, encontramos una ruta cultural y turística excepcional: la región vinícola de Prahova. Inspirada en rutas similares de Francia o la Toscana, esta ruta del vino revela una fascinante combinación de tradición vitivinícola, paisajes espectaculares y patrimonio cultural. Situada en la misma paralela que la famosa región de Burdeos, la zona es famosa por sus vinos tintos. La estrella indiscutible es la Feteasca Neagră, una variedad rumana que se ha convertido en una auténtica embajadora internacional, ganando numerosas medallas.