Las temperaturas extremas, como las registradas este año, ilustran la multiplicación y la intensificación de las olas de calor en Europa, una consecuencia directa del calentamiento climático, según los científicos. Los datos muestran que los incendios han arrasado este año más de un millón de hectáreas de terreno en la UE, la mayor superficie desde que se empezaron a registrar oficialmente en 2006.