Una faceta menos conocida de la reciente migración económica es la pérdida masiva del estatuto jurídico de los ciudadanos que llegan a Rumanía con visados de trabajo. Se trata de un problema ignorado por el sistema, que afecta a decenas de miles de personas.
El Gobierno rumano ha decidido aumentar el salario mínimo, un paso hacia la adopción del salario mínimo europeo prevista para noviembre