Repunte inflacionario en Rumanía
La inflación probablemente superará el 9% a finales de este año, advierte el Banco Nacional de Rumanía.
Mihai Pelin, 13.08.2025, 11:25
En Rumanía, los precios continúan aumentando de forma acelerada, y lo que la población ha visto y sentido desde hace más de un mes ha sido confirmado también por el Instituto Nacional de Estadística. Así, la tasa de inflación del mes pasado llegó a casi un 8%, desde el 5,7% en junio, como consecuencia de la eliminación del tope a las tarifas de energía. Por otra parte, los efectos del incremento, a partir del 1 de agosto, del IVA y de los impuestos especiales se verán recién en septiembre, cuando habrá un pico de encarecimientos.
Hablando sobre la evolución de la inflación en el informe que presenta periódicamente, el gobernador del Banco Nacional de Rumanía, Mugur Isărescu, afirma que las medidas fiscales de reducción del déficit adoptadas por el Gobierno eran necesarias, han devuelto la credibilidad del país y deben continuar con la reducción del gasto público, aunque será cada vez más difícil para los gobernantes aplicarlas. Señaló que la previsión para finales de 2025 probablemente superará el 9%.
El jefe del Banco Central subrayó que la influencia calculada sobre la inflación anual derivada de la eliminación del tope a los precios de la energía, el aumento del IVA y el incremento de los impuestos especiales asciende a entre 4,2 y 4,3 puntos porcentuales.
Mugur Isărescu declaró: “Tenemos una joroba bastante pronunciada, por así decirlo, y es incluso un poco mayor. Así que en septiembre, cuando probablemente se alcance el pico, este será de alrededor de 9,6-9,7%, después de lo cual seguirá una absorción gradual de estos choques y, según nuestra previsión, a finales del próximo año, la inflación no solo entrará en el rango objetivo, sino que estará incluso por debajo de la proyectada en el informe de inflación anterior.”
El jefe del Banco Central no comparte la opinión de los analistas económicos que consideran que Rumanía ya estaría en recesión y que la tasa de desempleo está aumentando, pero subraya que este riesgo existe y proviene, más bien, de factores externos. Nuevamente, Mugur Isărescu señaló: “Una buena parte de la industria rumana depende de lo que ocurra en Europa, y allí las cosas no pintan bien y, en segundo lugar, esta fuerte reducción del consumo debe compensarse con algo para evitar la recesión, y la apuesta está en la absorción de los fondos europeos.”
Mugur Isărescu afirma que las medidas fiscales adoptadas por el Ejecutivo representan un paso importante, pero deben continuar en condiciones de estabilidad política y manteniendo un equilibrio social. En su opinión, estas medidas son dolorosas y generan reacciones, pero pueden llevar, en un máximo de un año, a un crecimiento económico fuerte y sostenible, como ocurrió después de 2010. En la crisis económica anterior, que estalló en Rumanía en 2009, las autoridades tomaron medidas severas de austeridad para la recuperación, que incluyeron recortes salariales.
En otro orden de ideas, el gobernador del Banco Nacional declaró que no se podrá hablar de un horizonte de ingreso de Rumanía en la zona euro hasta dentro de 5 a 7 años, una vez realizada la corrección fiscal. Rumanía renunció a dicho horizonte en el momento en que se tomó la decisión política de abandonar un objetivo fiscal-presupuestario, puntualizó el jefe del Banco Central.
Versión en español: Valeriu Radulian