Medidas sociales en Rumanía
Aunque haya una tendencia a justificar la situación económica y social en Rumanía solamente a través del conflicto en Ucrania, país vecino, las causas de los actuales problemas a los que tienen que enfrentarse los rumanos son muchos y antiguos. Cabe recordar sólo los dos años de pandemia durante los cuales la economía se estancó más que funcionó, a lo que se añadió la prolongación cada tres meses de los estados de alarma o de alerta. O la liberalización, considerada por algunos analistas no justamente sensata, del mercado de la energía, con efectos negativos graves especialmente en el caso de los ciudadanos desfavorecidos. La inflación rompe récord tras récord, y las tiendas o los mercados agroalimentarios se han convertido para algunas personas solamente en sitios para mirar los precios muchas veces absurdos.
Roxana Vasile, 09.06.2022, 12:03
Considerada una de las categorías sociales calladas en Rumanía debido a la imposibilidad de implicarse de alguna manera para corregir su situación material al final de una vida en el ámbito laboral, los jubilados del sistema público de pensiones deben conformarse con lo que el Estado ofrece cada mes, muchas veces por debajo del mínimo necesario para llevar una vida decente. “Los jubilados dependen de lo que reciben y me parece razonable que el nivel de la pensión se adapte a la situación”, ha afirmado recientemente el presidente del país, Klaus Iohannis, quien ha añadido que sería injusto que el precio de algunas crisis sea pagado solamente por los jubilados.
Pero el Gobierno rumano ha decidido conceder a los jubilados cuyos ingresos mensuales acumulados no superan los 2.000 leus (aproximadamente 400 euros) una ayuda única de 700 leus. De este respaldo material se beneficiarán solamente los jubilados que viven en el país, y no aquellos cuya residenca habitual está en el extranjero, según han afirmado representantes del Ministerio de Trabajo. Por otro lado, el Senado, como primera cámara informada, ha aprobado la ordenanza de urgencia del Gobierno a través de la cual se conceden vales sociales a todos los rumanos de bajos ingresos: se tarta de casi 3 millones de ciudadanos. Los vales, el equivalente a aproximadamente 50 euros, se podrán usar solamente para comprar productos alimenticios básicos. La distribución por correo de las tarjetas a través de las cuales se concederá la ayuda financiera comenzará la próxima semana. Las tarjetas serán cargadas cada dos meses con la cifra prometida. Si los senadores en el poder han manifestado su agrado por esta decisión, la oposición ha afirmado que la cantidad es muy baja o que, a través de esta medida, el Ejecutivo no hace más que devolver a los rumanos muy poco del dinero procedente de las tasas, de los precios de los servicios públicos, de los alimentos o del combustible. Sin embargo, todos los mandatarios han votado a favor. Por último, la Cámara de Diputados se ha pronunciado a favor del aumento del valor de los vales de comida para los empleados de 20 a 30 lei, para compensar al menos parcialmente el crecimiento de los precios. También ha aceptado que los padres puedan pagar con vales de vacaciones los campamentos escolares organizados en el país.
Versión en español: Monica Tarău