A partir de finales del siglo XVII, el espacio rumano se convierte en un centro de promoción de la religión y la cultura cristianas para los cristianos del Levante. En Valaquia se imprimen libros para árabes cristianos y georgianos, y en la corte del príncipe Constantin Brâncoveanu desarrollan su actividad intelectuales como Antim Ivireanul.
El 21 y 21 de julio se celebró una de las fiestas populares más conocidas de Rumanía: la Feria de las Chicas del monte Găina (Gallina), a 1.500 metros de altitud, que se remonta a 1816.
Rumanía ha entrado de lleno en la época de la Pascua ortodoxa caracterizada por varios eventos que tienen lugar en las ciudades.
En 1996, el Museo del Campesino Rumano recibió la distinción EMYA: "Premio al Museo Europeo del Año".
Timiș es un distrito multicultural y un ejemplo de convivencia étnica.