Dejamos atrás los lugares conocidos por el turismo tradicional y nos adentramos en una Rumanía profunda, donde el verano no es una estación de descanso, sino un momento de vida intensa, de tradiciones que siguen latiendo, de historias que se transmiten con el calor del sol y el perfume del heno.
Las sopas rumanas son una parte importante de la tradición culinaria y son conocidas por su sabor y diversidad. La ciorba rumana, adaptada a las necesidades de la población, es una comida líquida de sopa de verduras, hierbas y carne.