El mundo en línea está lleno de vídeos muy realistas basados en técnicas de deepfake, normalmente protagonizados por personas conocidas que suelen pregonar supuestas oportunidades de inversión únicas. Prometen ganancias rápidas, pero no son más que otra forma de utilizar la IA con fines maliciosos.
En un entorno dominado por la publicidad digital y el bombardeo constante de influencers, está emergiendo una forma de rebeldía tranquila pero poderosa: el reto «No Buy» o «No Comprar».