Desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XIX, los monasterios ortodoxos de Valaquia y Moldavia estaban dedicados al Monte Athos. Esta dedicación significaba que todos los bienes que poseían los monasterios de los Países Romanos, así como los beneficios que obtenían de sus propiedades y actividades económicas, pertenecían a las comunidades athonitas.
La escritora Doina Rusti ha investigado cientos de documentos que datan de los años 1770 y 1830, para escribir su libro El manuscrito fanariota.