Dejamos atrás los lugares conocidos por el turismo tradicional y nos adentramos en una Rumanía profunda, donde el verano no es una estación de descanso, sino un momento de vida intensa, de tradiciones que siguen latiendo, de historias que se transmiten con el calor del sol y el perfume del heno.
El número de acontecimientos culturales anuales ha venido aumentando en Rumanía en los últimos años. Numerosos festivales atraen el interés de muchos rumanos y extranjeros.