Tras la revolución de diciembre de 1989, los rumanos celebraron sus primeras elecciones libres el 20 de mayo de 1990. Las elecciones fueron ganadas abrumadoramente por el Frente de Salvación Nacional, sucesor del antiguo partido comunista, y por Ion Iliescu, candidato del Frente. Estos resultados legitimaron el programa de amplias reformas del Estado
En marzo de 1990, la Sociedad "Timişoara", formada por intelectuales cívicos y anticomunistas, publicó la Proclamación de Timişoara, uno de los documentos más importantes de la Revolución rumana de diciembre de 1989. Exigía reformas profundas y el retorno a los principios de una sociedad libre. En el famoso punto 8, el documento proponía la depuración de la sociedad rumana, lo que suponía romper con el pasado comunista.