En muchos países del mundo, estos días están llenos de flores, velas y recuerdos. El 2 de noviembre celebramos el Día de los Fieles Difuntos, un momento para mirar atrás con ternura y mantener viva la presencia de quienes ya no están. Es un tiempo en que la muerte deja de ser silencio y se convierte en memoria, en canto, en ofrenda.
                                    A los regímenes políticos dictatoriales, autoritarios y antiliberales no les gusta el humor porque es una manifestación de la libertad personal del individuo, de la creatividad del espíritu humano y del estado natural de la sociedad.