El Gobierno interino de Rumanía se esfuerza por no perder grandes cantidades de fondos de la UE.
El Gobierno de Rumanía asegura que no subirá el IVA.
Rumanía enfrentó crisis políticas en 2024, con elecciones anuladas por injerencia extranjera, ajustes fiscales polémicos, adhesión plena a Schengen, resultados deportivos destacados y crecientes desafíos democráticos y económicos.
Las medidas fiscales y presupuestarias aprobadas por el Gobierno de Rumanía han sido atacadas por las organizaciones sindicales y patronales.
La utilización de recursos propios, la reducción de las importaciones y las inversiones masivas en capacidad de producción son los elementos que definen la nueva Estrategia Energética Nacional.
En Rumanía, la deuda pública ha aumentado hasta el 52 % del PIB, y el déficit presupuestario previsto para 2024 es también muy elevado.
El salario mínimo en Rumanía será de 4.050 leus a partir del 1 de enero de 2025.
Se espera que Rumanía presente a la Comisión Europea un plan para reducir su déficit presupuestario antes del 15 de octubre.
El Ejecutivo de Rumanía ha introducido cambios en el decreto ley sobre los controles de drogas a los conductores