En Praid, en el centro del país, donde las lluvias han inundado la mina de sal, se han iniciado trabajos de emergencia para salvar la mina, apoyar a las empresas que dependían de su funcionamiento y resolver la situación de las localidades que se han quedado sin agua potable.
El Parlamento de Bucarest decidió eliminar las salas de juego de las localidades con menos de 15.000 habitantes. Una nota de Sorin Titus Iordan.