En agosto de 1942, el ejército rumano, aliado con los ejércitos alemán, italiano, húngaro y croata, llegó a Stalingrado. Durante los seis meses siguientes se libraría allí la batalla más sangrienta de la Segunda Guerra Mundial, que cambiaría su curso.
En su historia, el ejército rumano ha tenido generales que lucharon con honor en los grandes conflictos en los que participó Rumanía en el siglo XX: dos guerras mundiales y conflictos locales como las guerras de los Balcanes y la guerra rumano-húngara del año 1919.