Un rumano tira, de media, una ración de comida al día, lo que supone 6000 toneladas de alimentos desperdiciados diariamente en todo el país, según un comunicado de prensa de la Asociación Cadena Alimentaria Corta (ALAS, por sus siglas en rumano). A través de la iniciativa «Trabajadores en Obor» (Gospodari la Obor), ALAS está creando una red informal de personas que no desperdician nada.
Durante el período comunista en Rumanía, hubo rumores de que el monumento estaba bajo vigilancia especial, no sólo por sus connotaciones nacionalistas, sino también por su supuesta capacidad para influir en las emociones de la gente o incluso manipular la energía política.