Una crisis inesperada
La crisis de la presa de Paltinu dejó a más de cien mil personas del sur de Rumanía sin agua potable y provocó la parada parcial de una de las centrales eléctricas más importantes del país
Roxana Vasile, 05.12.2025, 10:53
El sur de Rumanía se enfrenta a una crisis tan inesperada como grave. Más de cien mil personas de la zona llevan días sin agua corriente, después de que se vaciara la presa de Paltinu para realizar reparaciones.
Además, a finales de noviembre, las lluvias torrenciales provocaron inundaciones que colmaron aún más el fondo de la presa, ya de por sí lleno de lodo. Las personas afectadas por la falta de agua en la red dependen, por lo tanto, del agua que compran en las tiendas, siempre que las existencias no se agoten, o del agua extraída de las reservas nacionales y transportada a la zona en camiones cisterna.
Las interminables colas para llenar unos cuantos bidones para beber o para el uso doméstico cotidiano se han convertido en parte de la vida diaria de los habitantes afectados. Las escuelas de las localidades con problemas han cerrado y las clases se imparten en línea. Los hospitales de la zona ya no admiten ingresos, y los casos graves se trasladan a otras ciudades, incluida Bucarest. Las autoridades afirman que el suministro de la red podría reanudarse a principios de la próxima semana, pero solo con agua para uso doméstico, no potable.
La crisis también afecta al sistema energético. Debido a la falta de agua, OMV Petrom ha suspendido la producción en la central de Brazi, que suministra el 10% de la producción nacional de energía eléctrica.
El primer ministro Ilie Bolojan pidió que los responsables de la situación creada rindieran cuentas. La ministra de Medio Ambiente, Diana Buzoianu, también ha pedido dimisiones: la Administración de Aguas de Rumanía, dependiente de su ministerio, culpa al operador del sistema zonal de agua de los problemas surgidos. Se pide la dimisión de la propia ministra Buzoianu, por haber sido advertida de los riesgos del vaciado de la presa de Paltinu y no haber tomado medidas al respecto.
«¿Por cuántas manos pasa el vaciado de una presa? ¿Qué instituciones están implicadas? ¿Dónde se rompió la colaboración entre instituciones y por qué nadie asume la responsabilidad del fracaso? ¿Cómo se han realizado hasta ahora los vaciados de presas?», se pregunta el diario Ziarul Financiar en un artículo.
Y la publicación Adevărul escribe que la crisis actual en Paltinu «fue la consecuencia inevitable de una serie de negligencias técnicas toleradas a lo largo del tiempo, de un vaciamiento realizado sin reservas y sin estrategias alternativas, agravado por la falta de coordinación entre las instituciones y el desconocimiento de las advertencias hidrológicas, lo que ha convertido una intervención previsible en un colapso regional del suministro de agua y en una gran vulnerabilidad energética».
La crisis actual no es un accidente inevitable, sino la consecuencia de una larga serie de errores humanos, decisiones tardías y falta de coordinación institucional, según muestra un análisis de la Asociación Energía Inteligente, citado por el canal de televisión Digi24.
Dumitru Chisăliță, presidente de dicha asociación, afirma que la situación es «100% un error humano» y representa un ejemplo elocuente de las disfunciones sistémicas de las instituciones rumanas. «Tenemos un Estado que, por desgracia, nos ahoga no en agua o sedimentos, sino en sus propias instituciones, que se pisotean unas a otras. Sin reformas reales, dentro de un mes, dos o un año, tendremos un nuevo Paltinu…», advierte Dumitru Chisăliță.
Versión en español: Antonio Madrid