Medidas financieras del Gobierno de Bucarest
Una misión común del FMI, la Comisión Europea y el Banco Mundial se encuentra en Bucarest para una nueva evaluación del acuerdo de tipo preventivo con Rumanía.
Corina Cristea, 15.01.2013, 15:39
Rumanía registra retrasos en cumplir los compromisos asumidos delante de los acreedores internacionales y solicita unos meses más para aclarar la situación y para iniciar las charlas para un nuevo acuerdo — esta es la posición del Gobierno de Bucarest, expresada recientemente por el primer ministro Victor Ponata.
El Gobierno afronta problemas en privatizar las grandes compañías públicas y desarrollar los procesos de privatización en el caso de algunas compañías como Tarom, el Complejo Energético Oltenia o Eléctrica. También, nuestro país tiene problemas en mejorar el sistema fiscal, la eficiencia de los gastos en el sector sanitario, las políticas monetarias promovidas por el Banco Nacional o las medidas de supervisión del sistema bancario de Rumanía. Una delegación común del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Comisión Europea se encuentra estos días en Bucarest en el marco de una nueva misión de evaluación del acuerdo de tipo preventivo de casi 5.000 millones de euros firmado con Rumanía en primavera de 2011. Según el Ministro Delegado de Hacienda, Liviu Voinea, durante la primera semana de la visita, que tendrá lugar hasta el 29 de enero, terminarán los debates sobre el proyecto del presupuesto para 2013.
No se espera que haya problemas porque, según las autoridades rumanas, Rumanía ha cumplido con las normas sobre el déficit y los gastos públicos. Liviu Voinea ha subrayado que este año no habrá un presupuesto de austeridad, sino de desarrollo, después de que, en 2010 y 2011, el déficit presupuestario se redujo afectando el nivel de vida de la población, mientras que en 2012 se intentó reducir las inversiones ineficientes y las pérdidas en el sistema. El analista económico Dan Suciu considera que, además de cumplir las condiciones asumidas, Rumanía tiene que volver a un crecimiento económico sostenible, el principal objetivo de las reformas y los ajustes de los últimos años. También, los representantes del Ejecutivo debatirán con los acreedores internacionales la oportunidad y el impacto de algunas de las medidas que el Gobierno de Bucarest desea adoptar, como aumentar el salario mínimo de 700 lei (155 euros) a 800 lei (177 euros), o reducir el IVA en los productos agroalimentarios de base. El Ministro del Trabajo, Mariana Câmpeanu, ha declarado que los únicos crecimientos salariales y de pensiones de este año son aquellos que la Unión Solcial Liberal, en el poder, anunció en la campaña electoral. Entonces, los actuales líderes prometían aumentar las pensiones en un 4% y crecer los salarios hasta el nivel del 2010.
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