El Gobierno rumano está tomando medidas concretas con respecto a las disposiciones de la nueva ley de educación ucraniana que limitan drásticamente el acceso a la educación de las comunidades rumanas del país vecino en su lengua materna.
En todo el país, en la República de Moldavia, exsoviética con mayoría de población rumanohablante, así como en la diáspora, los rumanos han celebrado 159 años desde la Unión de los Principados, piedra angular del futuro Estado nacional unitario y moderno.
Los socialdemócratas aún están debatiendo sobre el programa y la composición del futuro equipo de Gobierno.
Decenas de miles de rumanos han salido de nuevo a la calle para desafiar las políticas de la coalición parlamentaria del Partido Social Demócrata (PSD) y la Alianza de Liberales y Demócratas (ALDE).
El Grupo Anticorrupción del Consejo Europeo señala que Rumanía no ha avanzado mucho en la aplicación de sus recomendaciones.
El presidente Klaus Iohannis ha designado como nueva primera ministra a la eurodiputada socialdemócrata Viorica Dăncilă. Si recibe el voto de investidura, éste será el tercer gabinete en solo un año propuesto por la mayoría integrada por el PSD y la ALDE.
La crisis política de Rumanía no ha pasado desapercibida en la prensa internacional y ya comienzan las consecuencias internas en el ámbito económico y financiero.
En la política rumana, es mejor ser adversario de Liviu Dragnea que primer ministro con su bendición. Así se burlaban los comentaristas después de que, por tercera vez en un año, el líder socialdemócrata nombrara a la persona equivocada para el Ejecutivo.
Tras las vacaciones de invierno, los alumnos rumanos regresan a la escuela con nuevas noticias.
El Gobierno rumano podría ser objeto de una reestructuración, o no, dado que existe una división de opiniones al respecto en el seno del PSD, partido principal de la coalición gobernante.
El primer ministro Mihai Tudose quiere reestructurar el Gobierno, pero la decisión la tomará la coalición en el poder formada del PSD y la Alianza de Liberales y Demócratas.
Un desagradable escándalo de pedofilia salpica no solo a la Policía, sino a todo el Ministerio del Interior de Rumanía, alimentando las polémicas en la escena política.
La prensa rumana está bastante decepcionada: el PSD, partido principal de la coalición del Gobierno, aún no ha empezado a saldar sus cuentas.
Las leyes de la Justicia ocupan, nuevamente, la primera plana de los debates públicos de Rumanía.
Los problemas del sistema médico rumano parecen no acabar nunca.