Retrospectiva semanal
Rumanía, nueve meses después del primer caso de coronavirus
Leyla Cheamil, 28.11.2020, 05:40
Tras cumplir nueve meses del primer caso de COVID-19 en Rumanía, en el país se han registrado cientos de miles de casos de infecciones del nuevo coronavirus, y se mantiene elevado tanto el número de muertes diarias relacionadas con el SARS-CoV-2, como el de pacientes ingresados en cuidados intensivos. Los especialistas señalan que, pese a que la cifra de nuevas infecciones diarias lleva disminuyendo levemente desde comienzos de esta semana, en comparación con los mismos días de la pasada, esta bajada no resulta sustancial como para considerarla un indicio alentador. Según su criterio, es necesario registrar catorce semanas de evolución positiva para considerar que la situación se está estabilizando. Las autoridades han ordenado el confinamiento perimetral de algunas localidades, pero solo de aquellas donde la situación epidemiológica lo requiere. Los efectos ya se están notando, ya que la tasa de contagios está disminuyendo, a lo que contribuyen, asimismo, las medidas restrictivas que afectan a todo el país, como el uso obligatorio de mascarilla tanto en espacios cerrados como abiertos, el toque de queda nocturno o la actividad didáctica exclusivamente en línea. El presidente Klaus Iohannis ha indicado que Rumanía no entrará en un confinamiento general después de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Sin embargo, este no es el momento de relajarse, ha señalado el jefe de Estado, quien ha pedido a los ciudadanos que continúen respetando las medidas de seguridad sanitaria y que pasen las fiestas navideñas solo junto a aquellos con quienes conviven. A su vez, el presidente ha mostrado su esperanza de que, en cuanto haya datos concluyentes sobre la vacunación, disminuirá el escepticismo sobre la vacuna. Según una encuesta del grupo de estudios socioconductuales Avangarde, tan solo el 30 % de los rumanos se vacunarían contra el nuevo coronavirus en cuanto existiera la posibilidad en el país. Entretanto, las autoridades rumanas han presentado la estrategia de vacunación contra la COVID, que tratan como un problema de seguridad nacional. Esta semana se espera la adopción de la misma por parte del Consejo Supremo de Defensa Nacional. Tendrán prioridad en la vacunación el personal sanitario, el perteneciente a centros residenciales y sociosanitarios, la población con un riesgo alto de evolución severa en caso de contagio, así como el personal de sectores clave, imprescindibles para el buen funcionamiento de la sociedad. El Ministerio de Defensa Nacional tendrá un papel fundamental de apoyo a la labor interinstitucional en la campaña de vacunación contra la COVID-19, de modo que garantizará, mediante estructuras específicas, la logística necesaria para llevar a cabo esta campaña a escala nacional. La estrategia de distribución tiene en cuenta las condiciones específicas de almacenamiento y transporte necesarias para cada vacuna.
El Gobierno de Bucarest ha aplicado la tercera rectificación presupuestaria de este año
El Gobierno rumano ha aplicado este lunes la tercera rectificación presupuestaria, la última del año en curso, que eleva el déficit presupuestario a más de 96 000 millones de leus (unos 19 500 millones de euros). Contrariamente a las estimaciones realizadas en verano, el déficit presupuestario alcanzará el 9,1 % del PIB a finales de año y la economía caerá un 4,2 %. El primer ministro Ludovic Orban ha afirmado que la rectificación era necesaria para cubrir los gastos derivados de la pandemia de COVID-19, pagar las pensiones y equilibrar los presupuestos locales. Ha explicado que han surgido nuevos desafíos y gastos, debido a que la pandemia, así como una serie de iniciativas legislativas, han aumentado la presión respecto al gasto social. Se destinarán fondos adicionales al Ministerio de Trabajo, para el pago de pensiones, el paro técnico y los horarios de trabajo flexibles. Asimismo, el Ministerio de Sanidad recibirá más fondos para la lucha contra la COVID. Se destinarán fondos incluso a pagar incentivos por riesgo al personal de ambulancias, no incluidos en la normativa inicial que concedía estos beneficios a los médicos implicados en la lucha contra la COVID. El ministro de Hacienda, Florin Cîțu, ha anunciado que se ha ampliado la contribución de Rumanía al esfuerzo financiero europeo para producir una vacuna contra el SARS-CoV-2. Ha precisado que esta rectificación presupuestaria garantiza la continuidad de las inversiones, que serán de 55 000 millones de leus (unos 11 000 millones de euros), en crecimiento respecto al presupuesto inicial. Educación y Agricultura también han recibido fondos complementarios en la última redistribución de fondos de este año. El Ministerio de Agricultura recibirá financiación extra para compensar a los agricultores afectados por la sequía. En cambio, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio del Interior pierden fondos en esta rectificación presupuestaria, así como la Administración Presidencial y la Cámara de Diputados.
El Ejecutivo de Bucarest ha presentado el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia
El Gobierno de Bucarest ha presentado, este jueves por la noche, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia que se servirá de fondos europeos para que la economía rumana supere la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. El proyecto garantizaría que se acelere el desarrollo del país durante los próximos cuatro años; para ello, los fondos de la UE se destinarán a hospitales nuevos, cientos de kilómetros de autovías, inversiones en infraestructuras escolares o la digitalización de la administración. El plan prevé la dotación de más de 30 000 millones de euros en concepto de inversiones en los ámbitos más importantes de la sociedad rumana. De los más de 30 000 millones de euros, las subvenciones no reembolsables ascienden a casi 14 000 millones de euros, mientras que los préstamos con tipos de interés beneficiosos, obtenidos por la Comisión Europea en nombre de todos los Estados miembros, constituyen el resto. A partir del jueves, este plan se encuentra en debate público. La sociedad civil puede presentar sus propuestas, que serán analizadas por el Gobierno, tras lo cual el plan se enviará a Bruselas. Varias organizaciones no gubernamentales con conocimientos especializados en educación, sanidad o el ámbito social ya se han mostrado dispuestas a contribuir a este plan. Según las organizaciones, el documento debe dar prioridad a las medidas de apoyo a personas pertenecientes a grupos vulnerables y dedicar especial atención a los niños y jóvenes de entornos desfavorecidos para que puedan continuar su educación.
Versión en español: Víctor Peña Irles