Injerencias rusas en la República de Moldavia
El próximo domingo, los ciudadanos de la República de Moldavia están llamados a las urnas en las elecciones al Parlamento de Chisinau.
Sorin Iordan, 22.09.2025, 13:31
“El escrutinio más importante desde la proclamación de la independencia” o “un voto determinante para el futuro democrático del país”: así se describen las elecciones legislativas de la República de Moldavia, previstas para el 28 de septiembre. La contienda por los 101 escaños del Parlamento enfrenta a 15 partidos políticos, 4 bloques electorales y 4 candidatos independientes, aunque todas las miradas se concentran en los favoritos de los sondeos: el Partido Acción y Solidaridad (PAS), de corte proeuropeo y en el poder, y dos bloques opositores prorrusos, el Bloque Electoral Patriótico y el Bloque Alternativa.
El PAS, la formación de la presidenta Maia Sandu, se ha comprometido a llevar al país a la Unión Europea en 2030. En el lado contrario, la oposición prorrusa apuesta por un acercamiento a Moscú y a la Unión Económica Euroasiática, dominada por el Kremlin. No es difícil entender que una Moldavia afín resultaría ventajosa para Rusia, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania. Así, la campaña electoral en la exrepública soviética, de mayoría romanófona, transcurre bajo la presión de fuertes injerencias de Moscú.
El Kremlin es acusado de alimentar el escenario político moldavo mediante financiación ilegal, compra de votos y organización de protestas pagadas, en paralelo con una intensa campaña de desinformación en redes sociales. La BBC ha revelado nuevas pruebas de una operación encubierta de propaganda prorrusa destinada a instalar un Gobierno afín al Kremlin: un reportero infiltrado se reunió con un coordinador bajo las órdenes del oligarca moldavo Ilan Șor, refugiado en Moscú, quien le instruyó a él y a otros para difundir, a cambio de dinero procedente de Rusia, narrativas falsas contra la presidenta Maia Sandu.
La misma denuncia la expuso Maia Sandu en un discurso reciente ante el Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo. Allí advirtió que el rumbo europeo de Moldavia es una cuestión de supervivencia y que Rusia ha desplegado todo su arsenal híbrido, con las elecciones como campo de batalla.
“Injerencias en nuestros comicios, financiación ilegal desde el exterior, campañas de mentiras, ciberataques, protestas pagadas, tácticas para sembrar odio entre la gente: estos son los métodos con los que se intenta frenar a Moldavia en su camino europeo”, afirmó Sandu.
El Parlamento Europeo aprobó a su vez una resolución reafirmando su apoyo al rumbo europeo de la República de Moldavia frente a las amenazas híbridas y las interferencias rusas. En la misma línea, el embajador moldavo en Bucarest, Victor Chirilă, alertó de que su país afronta “una guerra híbrida total” desencadenada por Moscú. Según dijo, incluso parte de la Iglesia Ortodoxa subordinada al Patriarcado de Moscú está siendo utilizada con el objetivo de sembrar desconfianza en las instituciones y en la política de integración europea.
A las advertencias del diplomático se sumaron los exembajadores estadounidenses en Bucarest y Chisináu. En una carta pública, alertaron de que un triunfo de las fuerzas prorrusas sacudiría la seguridad regional, amenazaría el flanco oriental de la OTAN y brindaría al Kremlin un nuevo punto de apoyo para la agresión contra Rumanía y Ucrania. Los diplomáticos hicieron un llamamiento a los ciudadanos moldavos para que respalden el rumbo europeo del país y voten por la verdad, la libertad y la democracia.
Versión en español: Valeriu Radulian