¿Schengen en peligro?
La Comisión Europea ha convocado en Bruselas a los representantes de Dinamarca, Suecia y Alemania para coordinar mejor la gestión de la presión migratoria en los tres países, que han vuelto a introducir controles en sus fronteras comunes.
Bogdan Matei, 06.01.2016, 15:11
La euforia con la cual el Occidente aplaudía, hace algún tiempo, la llamada «primavera árabe», ha sido reemplazada, en los últimos meses, por la angustia que se ha apoderado de Europa. Las 130 víctimas mortales de los atentados yihadistas de París, la alerta terrorista máxima instaurada en Bruselas, ciudad que ha quedado casi vacía por una semana, la Nochevieja ensombrecida en Colonia por desorden callejero y agresiones sexuales en grupo, todo esto refleja la debilidad de Europa delante de la barbarie, mientras que la falta de una solución a la crisis de los refugiados pone nuevamente en tela de juicio incluso la libre circulación dentro del área comunitaria, es decir uno de los principios fundamentales de la construcción europea.
El gobierno de Copenhague ha anunciado que introducirá, temporalmente, controles en la frontera con Alemania, un par de horas después de tomar medidas similares Suecia en su frontera con Dinamarca. Esta decisión ha sido anunciada por el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, quien ha advertido que si la UE no puede proteger sus fronteras, varios países se verán obligados a imponer el control fronterizo. Rasmussen ha explicado que a raíz de las restricciones impuestas por Suecia, la seguridad ciudadana y la seguridad interna pueden correr un grave riesgo en Dinamarca, porque un gran número de inmigrantes clandestinos permanecería bloqueado en Copenhague.
Las autoridades de Copenhague declaran a su vez que tratan de reducir el número de refugiados que entran en el país. Solamente en 2015, 160.000 personas solicitaron asilo en Suecia. Los dos países escandinavos son los últimos estados que han introducido controles en el espacio de Schengen. En el mes de septiembre de 2015, Alemania impuso restricciones en su frontera con Austria y la semana pasada, Noruega, que no es miembro de la UE, pero pertenece al área de libre circulación, ha anunciado que prohíbe la entrada de las personas sin visado.
Semejantes controles, reintroducidos de una manera no coordinada, podrían afectar la libertad de circulación en el espacio de Schengen- advierten, desde Bruselas, los responsables comunitarios. El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha reconocido que Bruselas no tiene todavía soluciones a la crisis migratoria cada vez más aguda.
«Schengen es una realidad que está bajo presión, pero, en el marco de sus reglas, estamos trabajando mancomunadamente, con los estados miembros, para normalizar la situación. Conviene decir que para alcanzar la normalidad no hay recetas maravilla, sino un control y un aumento de la seguridad en las fronteras exteriores, así como una colaboración con los estados de procedencia de estos migrantes, pero también con los países afectados. Es una ecuación compleja»
La corresponsal de Radio Rumanía en Bruselas anota que ya desde el pasado mes de diciembre, los responsables comunitarios habían afirmado que querían evitar el efecto «bola de nieve» de los controles fronterizos en el área Schengen, para que se mantuviese la libre circulación principio fundamental de la UE. Los ciudadanos europeos están todavía a la espera de las soluciones.
(Traducido por Rodica Popa)