Retos del mañana: Prioridades en La Haya
Los días 24 y 25 de junio, los Países Bajos acogerán la cumbre de la OTAN, una reunión programada de los jefes de Estado y de Gobierno de los 32 países miembros, que también incluirá a líderes de los países socios y de la UE. Presidida por el secretario general de la ONU, la reunión se centrará en los presupuestos de defensa, la guerra en Ucrania y su impacto en las decisiones de adaptación de la OTAN.

Corina Cristea, 20.06.2025, 12:24
Presidida por el secretario general de la ONU, la cumbre de la OTAN de este mes en La Haya estará dominada por los presupuestos de defensa, la guerra en Ucrania y su impacto en las decisiones de adaptación de la Alianza del Atlántico Norte. «El gasto en defensa de los Estados de la OTAN debe aumentar, necesitaremos una mayor inversión en nuestros requisitos militares básicos, así como inversiones adicionales relacionadas con la defensa, incluidas las infraestructuras y la capacidad de recuperación», declaró el secretario general de la Alianza en la reunión preparatoria de la cumbre en Turquía.
Esto tiene sentido tanto desde el punto de vista económico como estratégico, explicó Mark Rutte, que elogió a los miembros de la OTAN por demostrar su compromiso con un reparto equitativo del trabajo. La mayoría de los aliados están en vías de cumplir el objetivo original de gastar el 2% del PIB en defensa este año, y muchos ya han anunciado sus planes para ir mucho más allá.
El analista de política exterior y periodista Ștefan Ciochinaru explica las prioridades de la cumbre de La Haya:
«La principal prioridad de la cumbre se centrará en el apoyo militar a Ucrania, según lo ha señalado el propio secretario general de la Alianza, Mark Rutte. Prácticamente los 32 Estados miembros debatirán la continuación del apoyo a Ucrania y, por qué no, cómo evitar repetir los fracasos del pasado. Tal como decía el Sr. Rutte, debemos asegurarnos de que Ucrania, mientras continúe la lucha, reciba todo el apoyo colectivo posible. Añadió además que cuando llegue el momento de la paz, ya sea mediante un alto el fuego o un acuerdo formal, esta debe ser duradera y sostenible. Lo que ocurrió con los acuerdos de Minsk no debe repetirse. La segunda gran prioridad de la agenda de la cumbre son los presupuestos militares y el rearme. Los Estados miembros de la OTAN ya han aumentado considerablemente su gasto desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, y países como Polonia y los Estados bálticos aspiran a alcanzar un umbral del 5% del PIB en los próximos años. Lo más probable es que la OTAN aumente el objetivo de gasto en defensa de los Estados miembros a un nivel situado entre el 3,5 y el 5% del PIB frente al 2% actual, lo que, como dijo el secretario general de la Alianza, demostrará realmente que la OTAN, formada por 32 países, con una economía combinada de 50 billones de dólares y un gasto en defensa a un nivel cada vez mayor, es realmente capaz de defenderse de cualquier adversario.»
Sin embargo, añade el profesor Ștefan Ciochinaru, el tema principal, quizá tácito, pero en cualquier caso omnipresente de la cumbre versará sobre el papel de los Estados Unidos de Trump en la OTAN:
«No es ningún secreto que los aliados se reunirán en La Haya en medio de una creciente incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la OTAN bajo la presidencia de Donald Trump. Trump también ha sido un crítico constante de los socios de la OTAN y ha dicho que no defenderá a los Estados que no cumplan los objetivos de gasto en defensa, cuestionando así directamente el principio de defensa colectiva de la Alianza. Trump también ha acusado repetidamente a los países europeos de no contribuir equitativamente a las necesidades de defensa de la Alianza, y su administración, que es la que se está llevando la peor parte, necesita reorientar su atención estratégica de Europa a la región Indo-Pacífica. Así pues, en La Haya, a finales de junio, la OTAN hablará de Ucrania, del dinero y la participación estadounidenses, y de la nueva situación geopolítica de Europa. Una agenda muy, muy dura».
Creo que podemos anticipar un consenso creciente para un objetivo común de aumento del gasto, pero no será fácil, afirma el profesor universitario Claudiu Degeratu, experto en seguridad militar:
«Esto implicaría otro compromiso a diez años, uno similar al que ya se asumió en 2014, si recordamos bien, con aspectos positivos y otros menos favorables. Este nuevo compromiso para los próximos diez años no implica solamente una asignación presupuestaria correspondiente, sino, sobre todo, una orientación prioritaria hacia la disuasión, hacia el fortalecimiento del nuevo modelo de fuerzas de la OTAN, adoptado el año pasado y discutido desde hace varios años, con el fin de garantizar una presencia reforzada. Por supuesto, también existen aspectos menos claros, especialmente considerando que la nueva administración estadounidense intenta resolver el mayor problema: la implicación de la Alianza en cómo debería solucionarse la guerra en Ucrania. No será fácil alcanzar este consenso sobre el presupuesto si no hay un mensaje muy claro por parte de la Administración Trump hacia los aliados europeos respecto a las intenciones de Estados Unidos en su relación con la Federación Rusa. (…) Me espero que tengamos una negociación bastante difícil en lo que respecta a la declaración final.»
Durante la cumbre también se celebrarán dos eventos importantes que revelan las prioridades de esta reunión: el Foro de la Industria de Defensa de la OTAN, que tendrá lugar en el mismo lugar donde se desarrolla la cumbre, así como un evento emblemático de diplomacia pública, el Foro Público de la OTAN, en el que se espera que varios jefes de Estado y de Gobierno, ministros y expertos de alto nivel en política de seguridad internacional tomen la palabra.