Proyectos del Ballet de la Opera Nacional de Bucarest
Desde hace un año, el coreógrafo y bailarín danés Johan Kobborg es el director artístico de la Compañía de Danza de la Ópera Nacional de Bucarest.
Luana Pleşea, 09.02.2015, 11:06
Desde hace un año, el coreógrafo y bailarín danés Johan Kobborg es el director artístico de la Compañía de Danza de la Ópera Nacional de Bucarest. Ex primer solista del Ballet Real Danés y del Ballet Real de Londres hasta 2013, Johan Kobborg ya era conocido por el público rumano debido a sus creaciones en las que actuaba junto con su pareja, la rumana Alina Cojocaru.
Para Johan Kobborg, este momento representa un aniversario muy importante :
“Todavía estoy aquí y vale la pena celebrarlo. Este año ha sido fantástico. He disfrutado de cada momento, de los momentos fáciles y de los más difíciles. Todavía estoy aprendiendo… pero ha sido maravilloso para mí. ¿y saben por qué? ¡Llevo tantos años bailando! Aunque he participado en la toma de decisiones, en el campo de la producción o de la coreografía, casi todo el tiempo yo estaba bailando. Me gusta este trabajo de director artístico, me gusta más de lo que esperaba. Ya sabía que quería hacerlo desde siempre, pero no con tanto gusto. Ver como tus ideas o visiones se convierten en realidad es algo maravilloso, es mucho más interesante que estar solo bailando en el escenario. Y no es nada fácil, ya lo sabía. Pero me han inspirado muchas cosas. Todavía no he visto mucho de Rumanía, pero ya amo el sentimiento que me da esta ciudad. ”.
Como ahora es director, sus atribuciones han cambiado:
”Ser bailarín significa ser egocéntrico. Tu mundo es muy pequeño porque estás viviendo en un globo o un balón, donde lo único que importa eres tú, desde el amanecer hasta la noche. Ahora todo es muy distinto. Intentas hacerlo todo de la mejor manera posible. Hay momentos en que sientes que no lo haces bien. O que haces mucho o demasiado poco. Intento meterme en los zapatos del otro. Quiero hacer todo lo posible por ellos, pero al mismo tiempo me encargo de la compañía, del teatro y su destino, del papel que esta institución desempeña en la vida cultural de Rumanía. Además mi misión es hacer feliz al público, pero esto me encanta. ”.
“Siento que nuestras representaciones son muy hermosas y siento una energía que me viene cada vez que las veo. Esta es la razón del ballet”, confiesa Johan Kobborg. Un mes antes de llegar a ser director de la Ópera rumana, Kobborg presentaba en Bucarest como coreógrafo y bailarín, “La Sylphide”, donde bailaba junto con Alina Cojocaru. Ahora ha elaborado una nueva estrategia en la relación con los artistas:
“Al venir aquí, he constatado que siempre bailaban los mismos bailarines. Y me pregunté ¿cómo es posible? Me gusta creer que puedo ofrecer mucho más a los bailarines, más oportunidades, es decir que cada uno de los bailarines tenga al menos una oportunidad, lo que genera entusiasmo e ilusión. La vida de los bailarines es muy dura, y si les falta la motivación, si sienten que no hay ninguna oportunidad para ellos entonces este entusiasmo desaparece. Un bailarín debe saber que si trabajas mucho, serás recompensado.”.
El repertorio del Ballet de la Ópera Nacional de Bucarest se fundamenta en el principio de una compañía de danza clásica, según afirma Johan Kobborg, que no está de acuerdo con abandonar el género clásico a favor del contemporáneo. “Mientras yo esté aquí esta compañía tendrá un repertorio clásico . Esto no significa que no abordamos otros géneros de ballet, incluso creaciones contemporáneas, pero no me gustan las exageraciones, siempre voy a utilizar elementos clásicos”, dijo el director artístico .
A finales del año pasado, Johan Kobborg y su ballet presentaron “La Fille mal gardee”, con la coreografía de Frederick Ashton y con Alina Cojocaru y Johan Kobborg como protagonistas. La Ópera Nacional también tiene algunos proyectos nuevos
” Además del repertorio actual, el próximo abril presentaremos 3 representaciones con ”Classical Symphony”, de Yuri Possokhov, coreógrafo en San Francisco y ex primer bailarín en el Bolşoi. Creo que es uno de los mejores coreógrafos que he visto en los últimos años y esta creación suya es una de las mejores piezas clásicas recién realizadas que he visto en toda mi vida. Será un desafío para los bailarines, dado que el ritmo es muy rápido, y además la técnica clásica ha sido cambiada. Luego tenemos a Jiří Kylián, un ídolo de la coreografía, con su ballet ”Petite Mort”, que es muy distinto. También es un desafío pero nuestros bailarines son muy buenos con este tipo de coreografía. Al final del programa, la creación de Sir Frederick Ashton, ”Marguerite and Armand”, un ballet en un acto, que está destinado a nuestras bailarinas maduras y que también ofrece un gran papel para el protagonista masculino”.
El estreno tendrá lugar el próximo 25 de abril. El próximo 6 de junio los aficionados al ballet podrán asistir al estreno de “Giselle”, un ballet clásico que figura en el repertorio de muchas compañías de danza. Este ballet está firmado por los coreógrafos Johan Kobborg y Ethan Stiefel. En 2012, tuvo lugar el estreno en Nueva Zelanda, con el Royal New Zealand Ballet, que fue todo un éxito.