En el Banato, provincia dividida hoy día entre Rumanía y Serbia, convivían diferentes etnias, incluidos los judíos. En el Banato rumano, la coexistencia entre la mayoría rumana y las minorías étnicas era la norma, como lo demuestran todas las fuentes históricas. Durante los años del fascismo, cuando las ideas antisemitas se manifestaron con furia, la coexistencia pacífica se vio afectada en menor medida que en otras provincias.