La industria pesada de la Rumanía comunista se distinguía por sus imponentes unidades de producción, entre las que sobresalían las Fábricas 23 de Agosto. En su apogeo, llegaron a emplear a unos 20.000 obreros. Estas instalaciones eran la continuación de las renombradas Fábricas Malaxa, activas antes de 1945, y que tras 1989 adoptaron el nombre de Faur. En ellas se produjeron algunas de las piezas más voluminosas y complejas de la siderurgia rumana
Tras la revolución de diciembre de 1989, los rumanos celebraron sus primeras elecciones libres el 20 de mayo de 1990. Las elecciones fueron ganadas abrumadoramente por el Frente de Salvación Nacional, sucesor del antiguo partido comunista, y por Ion Iliescu, candidato del Frente. Estos resultados legitimaron el programa de amplias reformas del Estado