Proveniente de una familia de talladores de madera, Ion Pleș, de la aldea de Ieud, distrito de Maramureș, aún hoy talla cruces techadas, como las que se ven en los cementerios locales. Con aprecio por todo lo que le legó su abuelo, "A lui Toderău", como lo apodan, creó un museo local donde presenta todo lo que sus abuelos han coleccionado. Esta es la visita que les proponemos en la actual edición.
En 2015, el director Șerban Georgescu inició una incursión única en la realidad rural local, encarnada en un documental que tuvo mucho éxito: Repollo, patatas y otros demonios. La película narra los esfuerzos de los habitantes de un pueblo cercano a Bucarest, Lungulețu, para salir de un círculo vicioso del que nadie salía ganando. Diez años después del inicio de su experimento, Șerban Georgescu regresó a Lungulețu y realizó una segunda parte del documental, que plantea más preguntas.