La iglesia del Monasterio de Voroneț, apodada así por el fresco "Juicio Final", pintado con el famoso pigmento "Azul Voroneț", fue declarada monumento histórico en 1918 y en 1933 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.
El patrimonio cultural de Rumanía representa la expresión de un modo de vida desarrollado por la comunidad, transmitido de generación en generación, implica elementos y valores tangibles e intangibles, contiene pruebas históricas, evidentes desde la antigüedad e incluye edificios, costumbres, prácticas, tradiciones, artefactos, manifestaciones artísticas y valores.