Desde Rumanía hacia el mundo: El Monasterio Voroneț – Capilla Sixtina de Oriente.
La iglesia del Monasterio de Voroneț, apodada así por el fresco "Juicio Final", pintado con el famoso pigmento "Azul Voroneț", fue declarada monumento histórico en 1918 y en 1933 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.

Simona Sarbescu, 15.04.2025, 15:20
Bienvenidos, amigos, os invito a acompañarme para descubrir juntos un lugar especial ubicado en Rumanía y conocido como La Capilla Sixtina de Oriente. La iglesia del Monasterio de Voroneț, apodada así por el fresco «Juicio Final», pintado con el famoso pigmento «Azul Voroneț», fue declarada monumento histórico en 1918 y en 1933 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Considerados un tesoro de la nación rumana, los monasterios del norte de Moldavia son verdaderas obras de arte, únicas en el mundo gracias a sus frescos y colores vivos, cuyo pigmento no ha sido descifrado por los especialistas aún hoy. Hay muchas leyendas populares sobre los monasterios de Bucovina y los vivos colores con que están pintados.
El valor de los monasterios de Voroneţ, Suceviţa, Humor, Moldoviţa, Pătrăuţi, Arbore, Probota y «San Juan el Nuevo» fue reconocido mundialmente por su inclusión en la Lista del Patrimonio de la UNESCO. Igualmente espectaculares son los monasterios de Putna, apodada la «Jerusalén del pueblo rumano», Dragomirna, Bogdana en Rădăuţi o Râşca.
«Azul Voroneţ», «verde Arbore» o «rojo Humor», los colores con los que están pintados los monasterios de Bucovina se han hecho famosos en todo el mundo. Cómo se crearon los pigmentos, tan resistentes y cercanos a los tonos naturales, es un enigma que los especialistas han tratado de resolver, más allá de las leyendas y misterios que rodean a los monasterios. Los colores que han durado cientos de años son, al menos por ahora, imposibles de reproducir.
El Monasterio de Voroneț se encuentra a solo 36 kilómetros de la ciudad de Suceava y a menos de cinco kilómetros de Gura Humorului, siendo parte del circuito principal de monasterios del norte de Moldavia. Se accede aquí a través de la colina Gura Humorului, desde donde se camina unos cinco kilómetros más, hasta llegar al pueblo de Voroneț.
Se puede llegar aquí ya sea a través de un circuito turístico por el norte de Moldavia o mediante una peregrinación. Ambas variantes suelen conectar el Monasterio de Sihastria, de Secu, el Monasterio de San Juan Nuevo de Suceava y la Fortaleza de Suceava con la ruta de los monasterios: Voroneț, Moldovița, Sucevița y Putna.
Muchos historiadores consideran esta iglesia como la fundación más importante del rey Esteban el Grande. Construido en 1488, el Monasterio de Voroneț fue erigido en sólo cuatro meses y medio y el sitio elegido fue el de una antigua ermita construida en madera. El primer sacerdote y abad de la iglesia fue Daniel el Ermitaño, que también está enterrado en el monasterio, y su cruz está custodiada por una vela que nunca se apaga.
La pintura única hizo famoso al Monasterio de Voroneț, y el tono de azul utilizado para los murales se volvió legendario. El azul de Voroneț es también el color más resistente, que no ha perdido su brillo durante casi cinco siglos.
De hecho, la iglesia de Voroneţ recibe el apodo de «Capilla Sixtina de Oriente» debido al fresco de la fachada oeste que ilustra el «Juicio Final». El llamado “Azul Voroneţ” es reconocido mundialmente, no sólo por la naturaleza del pigmento azul, sino sobre todo por su resistencia en condiciones climáticas muy duras, hecho que se debe a la originalidad de la técnica de trabajo aplicada. Los especialistas en bellas artes dicen que este color es único en el mundo, comparándose con el rojo de Rubens o el verde de Veronés.
En el exterior de la iglesia de Voroneţ se representan los signos del zodíaco, signos que la iglesia ha rechazado a lo largo del tiempo. Junto a los 12 signos del zodíaco, los pintores colocaron dos ángeles que recogen las constelaciones de la bóveda celeste. La fachada occidental del monasterio presenta una impresionante escena del Juicio Final.
Con excepción del pigmento negro, obtenido a partir del carbón, todos los demás pigmentos utilizados en la pintura son sustancias minerales, naturales o sintéticas. Además, el cuadro incluye los 12 signos del zodíaco, muy próximos al Salvador. La Iglesia del Monasterio de Voroneţ fue declarada monumento histórico hace 106 años, en 1918, y en 1993 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.
El azul Voroneţ o azul celeste, como lo llaman los especialistas, es el color que más problemas ha causado a los restauradores en los últimos años. Aunque también se utilizó en otros monasterios de Bucovina, el azul con el que está pintado el Voroneţ es único, tiene una luz especial. Los investigadores lograron descubrir que este color tiene su origen en la azurita, una piedra azul que se extrae de minas ubicadas en China, Francia o África. Los antiguos artesanos molían la azurita muy finamente para obtener el color azul. El polvo fino de azurita se mezcló con una sustancia orgánica que los análisis de laboratorio no pueden identificar. Gracias a esta sustancia, el color azul de las paredes del monasterio ha perdurado durante cientos de años.
Existe una leyenda según la cual los artesanos que trabajaban en la pintura de la iglesia del monasterio contaban con barriles de aguardiente de ciruelas, en rumano ´´tuica´´, parte de esta bebida acabó en la composición de los colores. Los estudios de laboratorio han confirmado que existen restos de tuica en el yeso de la iglesia del Monasterio de Voroneţ.
Daniel el Ermitaño pasó los últimos 26 años de su vida en el Monasterio de Voroneţ. El ermitaño murió en 1496 y fue enterrado en la iglesia. Fue canonizado en 1992 y se convirtió en San Daniel el Ermitaño.
Tanto turistas rumanos como extranjeros vienen aquí cada año porque el lugar no sólo está lleno de espiritualidad y magia, sino que también es maravilloso por las vistas y el paisaje.
Un paquete turístico ecuménico también incluye el Monasterio de Putna. También pueden visitar los monasterios de Bogdana y Dragomirna, este último único en el mundo en términos de arquitectura y sobre todo uno de los pocos monasterios ortodoxos fortificados, situado a unos 20 kilómetros de Suceava.