En Rumanía, la enseñanza preuniversitaria es ineficaz, ya que genera titulados con competencias de baja calidad, altas tasas de abandono y un elevado analfabetismo funcional. En cuanto a los titulados superiores, existe el riesgo de que queden anclados en los conocimientos adquiridos durante sus estudios, que con el tiempo quedan obsoletos. En cuanto al sistema nacional de investigación, tiene una arquitectura anticuada, no atrae grandes recursos internacionales y es vulnerable a la fuga de cerebros. Todas estas cuestiones y muchas más se recogen en un reciente informe del ministro de Educación, Daniel David.
En 2015, el director Șerban Georgescu inició una incursión única en la realidad rural local, encarnada en un documental que tuvo mucho éxito: Repollo, patatas y otros demonios. La película narra los esfuerzos de los habitantes de un pueblo cercano a Bucarest, Lungulețu, para salir de un círculo vicioso del que nadie salía ganando. Diez años después del inicio de su experimento, Șerban Georgescu regresó a Lungulețu y realizó una segunda parte del documental, que plantea más preguntas.
Los ciudadanos de Bucarest votaron el domingo tanto en las elecciones presidenciales como en el referéndum convocado por el alcalde general de la capital, Nicușor Dan