El huevo ocupa un lugar central en la tradición de la Pascua rumana. Está pintado de rojo y otros colores. La batalla de los huevos el Domingo de Pascua se acompaña del deseo: "¡Cristo ha resucitado!". – “¡Verdaderamente ha resucitado!” En Rumanía hay tres museos de huevos pintados, todos ellos situados en Bucovina.
La iglesia del Monasterio de Voroneț, apodada así por el fresco "Juicio Final", pintado con el famoso pigmento "Azul Voroneț", fue declarada monumento histórico en 1918 y en 1933 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.
La Comisión Europea concede a la Región Centro de Rumanía el título de Valle Regional de la Innovación.
El presidente y el primer ministro de Rumanía advierten de que no hay que descuidar la protección del medio ambiente y proponen un pacto nacional que la convierta en prioridad.