Medidas sociales del gobierno
Conversaciones entre el Gobierno de Rumanía y la delegación del FMI
Ştefan Stoica, 16.01.2013, 16:14
La agenda de las conversaciones entre el Gobierno de Rumanía y la delegación del FMI, que se encuentra en Bucarest en el marco de una misión de evaluación, es muy amplia e incluye, además del proyecto del presupuesto para 2013, temas ya clásicos, relacionados con las reformas estructurales y las privatizaciones que han registrado retrasos, temas con una fuerte componente social. Entre ellos está la intención del Ejecutivo de aumentar el salario mínimo de 700 lei (160 euros) a 800 lei (casi 180 euros). Se trata de una medida solicitada por los sindicatos y es, a la vez, una promesa que la Unión Social Liberal hizo durante la campaña electoral. Sin embargo, si no aumenta la productividad laboral, la decisión podría tener efectos adversos, según señala el presidente del Consejo Nacional de las PYMEs, Ovidiu Nicolescu:
El Consejo Nacional de las PYMEs, sobre todo por motivos sociales, está de acuerdo con este crecimiento, porque está claro que los ingresos muy bajos no aseguran una vida decente. También, estamos de acuerdo con que esta medida tendrá un impacto positivo sobre la demanda, estamos de acuerdo con ella porque mejoraría el ambiente laboral que es un factor que tiene una gran incidencia en el desempeño, en la productividad del trabajador. Pero hay que prestar atención a las medidas que se toman, porque si crecemos los ingresos por encima del nivel de la productividad, tendremos grandes problemas con la inflación, con la supervivencia de las empresas, con la disminución de las exportaciones.
Otro proyecto más antiguo de los social-liberales es la reducción del IVA en los alimentos básicos. El ministro de Agricultura, Daniel Constantin, afirma que esta medida se podría introducir como experimento en el segundo trimestre, tras las negociaciones con el Fondo Monetario y los demás acreedores externos. Según el proyecto piloto, el IVA bajaría del 24 al 9% en los cereales y en la panificación, elementos de los que depende el precio del pan. Un cálculo preliminar muestra que el esfuerzo que supondría la reducción del IVA, de casi 150 millones de lei, no sería dramático, opinan los representantes del Gobierno. En cambio, el beneficio sería reducir de forma significativa la evasión en este sector, estimada en este momento al 70%. Reducirla hasta el 20% sería un éxito y el proyecto se podría ampliar. De hecho, el objetivo principal del proyecto es combatir la evasión, ha precisado el ministro de Agricultura, Daniel Constantin.