El Parlamento rumano ha aprobado, por una gran mayoría, el establecimiento del estado de alerta durante 30 días.
Las autoridades rumanas y alemanas han acordado colaborar mejor respecto a los trabajadores estacionales.
Ha entrado en vigor la decisión del Gobierno mediante la cual se declara el estado de alerta, y el documento será presentado al Parlamento.
Un 98% de los rumanos son personas que respetan la ley cuya responsabilidad ha contribuido a mantener la epidemia bajo control, han afirmado las autoridades en Bucarest. Sin embargo, el inicio del estado de alerta ha estado marcado por numerosos desvíos.
A partir del 15 de mayo, los rumanos entran en estado de alerta.
Después de dos meses en estado de emergencia, Rumanía entra en estado de alerta.
Más de mil personas han muerto en Rumanía a causa de la infección por el nuevo coronavirus desde el 22 de marzo, cuando se registró la primera muerte por esta causa en el país.
El ministro rumano de Finanzas, Florin Cîțu, se enfrenta por segunda vez en su mandato a una moción simple, después de la aprobada por el Senado a finales del año pasado.
Los rumanos esperan con impaciencia la relajación de las medidas impuestas en el estado de alarma para poder beneficiarse de sus derechos y libertades afectados por la pandemia de COVID-19.
De la decisión del Tribunal Constitucional sobre las multas durante el estado de emergencia al cruce de espadas políticas ha habido sólo un paso.
El Tribunal Constitucional de Rumanía ha decidido que los decretos por los que el presidente Klaus Iohannis dictó el estado de emergencia superan el marco legal. Además, las multas pagadas durante este período son inconstitucionales.
Las autoridades de Bucarest están convencidas de que la economía de Rumanía se relanzará rápidamente después de la actual crisis sanitaria.
El estado de emergencia decretado el 16 de marzo en Rumanía debido a la pandemia del coronavirus será reemplazado, a partir del 15 de mayo, por el estado de alerta.
Las fábricas Dacia y Ford, ubicadas en el sur de Rumanía, han reanudado su actividad en condiciones especiales tras el parón provocado por el impacto de la COVID-19.
La economía rumana debe reactivarse, según declaran todos los factores políticos de Bucarest y el Gobierno, que ya ha tomado algunas medidas, trabaja en otros paquetes de apoyo.