El cambio climático está afectando significativamente a Rumanía, manifestándose a través de fenómenos meteorológicos extremos, sequías, inundaciones e impactos negativos en la agricultura.
El Gobierno de Rumanía está decidido a equilibrar las finanzas públicas y aplicar políticas económicas responsables.
El presidente interino Ilie Bolojan recomienda recortar el gasto, ya que el Estado rumano ha gastado mucho en los últimos años.
Los empleados del sector público consideran insuficientes los aumentos salariales prometidos por el Gobierno rumano.