El nuevo Gobierno equilibrará las finanzas públicas
El Gobierno de Rumanía está decidido a equilibrar las finanzas públicas y aplicar políticas económicas responsables.
Roxana Vasile, 26.06.2025, 10:55
El Gobierno de Rumanía está decidido a equilibrar las finanzas públicas y a aplicar políticas económicas responsables: éste fue el mensaje del primer ministro, Ilie Bolojan, en una reunión celebrada el miércoles con representantes de la agencia de calificación Fitch, mientras las autoridades intentan evitar que el país sea rebajado a la categoría de «basura», es decir, no recomendable para la inversión. Standard&Poor’s y Moody’s también amenazan con rebajar la calificación del país, y se espera que en septiembre y octubre hagan recomendaciones a la comunidad empresarial basadas en sus evaluaciones. Hasta entonces, en agosto, incluso Fitch decidirá si eleva la calificación actual.
En la reunión del miércoles con los representantes de la agencia, los debates se centraron en las medidas que pueden mejorar los indicadores financieros y reforzar la confianza de los inversores en la economía rumana. Participaron el primer ministro Ilie Bolojan, el viceprimer ministro Tánczos Barna, ministro de Finanzas en el anterior Gobierno, y el actual ocupante del cargo, Alexandru Nazare.
La reunión con Fitch había sido preparada un día antes por el primer ministro Bolojan y el ministro Nazare, que analizaron los ingresos del presupuesto estatal, revisaron el paquete de medidas para mejorarlos y discutieron algunos cambios legislativos, como la Ley de insolvencia, para recaudar mucho mejor el IVA. Pero, ¿hasta qué punto es probable que la calificación de Rumanía se rebaje a «basura» en este momento?
El analista económico y financiero Dragoș Cabat, miembro del Consejo de Administración de CFA Rumanía, responde:
«Aún es bastante alto. Estaba en torno al 80-90%, ahora creo que ha bajado al 40-50%. Si conseguimos convencer, en los próximos días, tanto a los funcionarios del Banco Nacional de Rumanía como al Gobierno, es decir, al primer ministro, al ministro de Finanzas, en primer lugar, de que las medidas para reducir el déficit presupuestario son sostenibles y pueden aplicarse a corto plazo, entonces es muy posible que obtengamos al menos una prórroga de seis meses de las agencias de calificación, hasta que se vea, por supuesto, si realmente se pueden poner en práctica dichas medidas.»
Según Dragoș Cabat, en el indeseado caso de una degradación a la categoría de «basura», a Rumanía le resultaría mucho más difícil obtener financiamiento a nivel internacional para cubrir su enorme déficit y, si llegara a encontrar financiación, tendría que pagar intereses mucho más altos. Al mismo tiempo, algunos inversores podrían retirarse del mercado. Todo esto podría traducirse, en resumen, para los ciudadanos comunes, en costos más altos, probablemente una mayor inflación, presión sobre el tipo de cambio, salarios más bajos en el sector privado, aumento del desempleo y, en general, una menor calidad de vida. A esto podría sumarse una presión cada vez mayor por parte de la Unión Europea y la posible intervención del Fondo Monetario Internacional que, en opinión del analista Dragoș Cabat, representaría la opción más dura y menos indulgente para la población.