Reto del mañana: Humo blanco en el Vaticano
El fallecimiento del papa Francisco el segundo día de Pascua fue seguido, al final del período de luto, por el inicio del cónclave encargado de elegir un nuevo líder espiritual para 1.400 millones de católicos. Elecciones con altísimo riesgo, en un contexto global tan inestable, marcado por tensiones y falta de predictibilidad.

Corina Cristea, 16.05.2025, 12:22
Las puertas de la Capilla Sixtina del Vaticano se sellaron el 7 de mayo, señalando el inicio de un cónclave secreto en el que 133 cardenales de todo el mundo eligieron al nuevo pontífice que sucederá al papa Francisco: el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, que eligió el nombre pontificio de León XIV. La elección del nombre es un homenaje a León XIII, el papa del siglo XIX que defendió los derechos de los trabajadores durante la primera revolución industrial, explicó el nuevo pontífice. Poco después del anuncio de ᵢHabemus Papam!, el 267º sucesor de San Pedro, el nuevo líder espiritual de una comunidad de unos 1.400 millones de católicos, dirigiéndose a la multitud congregada en la plaza de San Pedro, habló de paz, de una iglesia abierta a todos y de la importancia de encontrar puentes de diálogo. George Bologan, embajador de Rumanía ante la Santa Sede:
«Con este saludo apareció en el balcón. Será un pacificador. Este fue el saludo transmitido a las decenas de miles de fieles en la plaza de San Pedro. Dios nos ama a todos, incondicionalmente. El mal no prevalecerá. Unidos de la mano de Dios y entre nosotros, ¡adelante! La idea de reunir a todas las personas que creen en los mismos valores, porque, al fin y al cabo, tanto el mal como el bien entran en el mundo a través de nosotros. Por eso, el llamamiento que ha hecho el nuevo papa es a caminar juntos y a tener el coraje, los que somos o estamos del lado del bien, de no dejar el sitio en la vida a los que están del lado del mal».
León XIV tendrá que enfocar varios temas que el pontífice argentino ha dejado pendientes, comenta EFE, al resumir los retos que tiene por delante el nuevo papa. Por ejemplo, la unidad, señala la agencia, según la cual, en los 12 años de pontificado del papa Francisco y aunque los cardenales no quieran reconocerlo, se podría observar una Iglesia dividida en dos partes, una más moderada y otra más conservadora, muy crítica con las aperturas del papa Francisco. Por lo tanto, intentar unir las diferentes posturas será estratégico, así como continuar por el camino de la «sinodalidad», es decir, construir una Iglesia en la que todos tengan voz, aunque a muchos no les guste la idea. Otra cuestión son las finanzas del Vaticano, que se enfrentan a una situación en la que las donaciones a la Iglesia han caído de forma significativa.
Los abusos sexuales son otro punto álgido. Aunque el papa Francisco estableció varias normas para combatir los abusos sexuales en la Iglesia, aún queda mucho por hacer, y las asociaciones de víctimas reclaman que se apliquen estas leyes en las diócesis, mayor transparencia en la gestión realizada por el Vaticano y, sobre todo, mayor celeridad en los procedimientos e investigaciones. El posible diaconado femenino, junto con una mayor presencia de mujeres en puestos de poder, será otro reto, ya que muchos grupos católicos no renunciarán a sus reivindicaciones, y con la muerte del papa Francisco parece que la posibilidad de que las mujeres lleguen a ser sacerdotes, así como la posibilidad de que las mujeres ejerzan como diáconos, se ha cerrado casi categóricamente.
Por último, pero no por ello menos importante, y sin agotar la lista de retos, está la cuestión de las bendiciones para las parejas homosexuales. «Fiducia Supplicans», un texto publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que explicaba que las parejas del mismo sexo también pueden recibir la bendición, ha creado divisiones en la Iglesia Católica. La Iglesia africana se opuso unánimemente al documento y exigió explicaciones al papa Francisco, y ahora el nuevo pontífice tendrá que responder ante los obispos de uno de los continentes donde más crece el catolicismo. El embajador George Bologan ha hablado con Radio Rumanía sobre los retos a los que tendrá que enfrentarse el papa León XIV:
«Los retos del pontificado empiezan por el ambiente de la política internacional, que está bastante revuelto. Luego, otros, desde la inteligencia artificial hasta las cuestiones espirituales, culturales y antropológicas. Además, como estamos todavía en la era de las inteligencias, León XIV podrá ofrecer una variante de inteligencia espiritual, la que busca el sentido de la vida. En un mundo inmerso en algoritmos y datos, las inquietudes de la persona sobre su lugar en el mundo siguen siendo las mismas y es necesario volver a conectar con lo sagrado, y para eso necesita un guía, un maestro, y la tecnología no es el fin último de la persona, al fin y al cabo. Creo que promoverá una cultura del encuentro, del diálogo en un mundo que levanta muros construidos con resentimientos nacionales. Además, lo que me gustaría mencionar, creo que es un papa carismático, bien formado. Y la cualidad de ser políglota es la que mejor encarna el sentido de la catolicidad, es decir, de la universalidad. Es el primer sucesor de Pedro procedente de Estados Unidos. Será un papa que tenderá puentes y tratará de guiar y enseñar a una humanidad desorientada y marcada por crisis de orden o desorden mundial».
Se le puede describir como un pastor sobrio y reflexivo, ha añadido el embajador de Rumanía ante la Santa Sede, que quiere una Iglesia capaz de escuchar y curar la desesperación de la persona contemporánea. Al mismo tiempo, está atento a la celebración litúrgica, porque es ahí donde tiene lugar el encuentro de la persona con el misterio divino.
Versión en español: Monica Tarău