La vida en la granja de avestruces
Los primeros avestruces criados en una granja en Rumanía aparecieron después del año 2000. El avestruz africano, perfectamente aclimatado a las condiciones de Rumanía, resiste muy bien tanto el verano como el invierno, hasta -20 grados, y le encanta «bañarse» en la nieve.
Ana-Maria Cononovici, 16.12.2025, 13:25
Hace unos años apareció una nueva granja de avestruces a las afueras del pueblo de Izvoarele, en el distrito de Mehedinţi. Los dueños son Adriana y Gabriel Brezoi, unos jóvenes que decidieron dejar la vida en la ciudad y volver al campo. Después de investigar un montón, decidieron criar avestruces y lo están haciendo con mucho éxito y de una manera amigable.
Los primeros avestruces criados en una granja en Rumanía aparecieron después del año 2000. El avestruz africano, perfectamente aclimatado a las condiciones de Rumanía, resiste muy bien tanto el verano como el invierno, hasta -20 grados, y le encanta «bañarse» en la nieve. Tiene una esperanza de vida media de 70 años, de los cuales aproximadamente 50 son fértiles. Los avestruces no son exigentes con la comida, pero normalmente su alimentación debe ser equilibrada, consistir en un 80 % de alfalfa, verde en verano y seca en invierno, pasada por el molino de alfalfa, y una mezcla de cereales (maíz, trigo, avena, harina de soja y girasol) y, por supuesto, calcio. A la edad de un año, el avestruz pesa alrededor de 120 kg, de los cuales aproximadamente 30 a 45 kg son músculo. Las hembras ponen un huevo cada dos días de media (entre 40 y 60 huevos por temporada). Los huevos de avestruz pesan entre 1.200 y 2.000 gramos, lo que equivale a 24 huevos de gallina, pero con un nivel muy bajo de colesterol.
Adriana Brezoi nos ha contado con tono divertido sobre la relación entre el ser humano y el avestruz, tal y como ella la creó, partiendo de un hermoso ejemplar de avestruz macho:
«Es muy amistoso, yo le he enseñado así, a todos les he enseñado así, a darles de comer con la mano. Cada uno tiene un nombre aquí: Gigeluş, aquí están Johny, Suzi u otro al que no le he encontrado un nombre adecuado, pero le buscaré uno. En general, las hembras son mucho más dóciles que los machos, los machos son un poco más agresivos, pero nos entendemos así, poco a poco. Me gustan mucho y yo les gusto a ellos. El macho es un poco más escéptico, debido a que protege muy bien a su familia».
Adriana Brezoi nos ha contado por qué renunciaron a la vida en la ciudad y decidieron volver a casa, y cómo pasaron del plan inicial de criar gallinas a criar avestruces, como la mejor solución:
«Empezamos, en primer lugar, renunciando a una gran ciudad. Vivimos durante un tiempo en Timişoara. Cuando terminamos los estudios, nos preguntamos qué podríamos hacer, mudarnos al campo y escapar del bullicio y el caos de la ciudad. Nos documentamos mucho, leímos mucho, visitamos grandes granjas y así fue como acabamos desarrollando el negocio. Lo hicimos también por pasión. ¡Está muy bien! Frente a la ciudad, el bullicio y todo lo que significa el ajetreo, aquí se está mucho más tranquilo. Llegas por la mañana a la granja y el pueblo está en silencio».
Comenzaron comprando unos cuantos polluelos y las sorpresas no tardaron en aparecer, por lo que el aprendizaje y la adaptación a la nueva actividad continuaron hasta que llegaron a comprender las necesidades del avestruz. Gabriel Brezoi:
«Hoy tenemos seis familias maduras, es decir, 18 aves, y en este momento tenemos 25 polluelos de entre dos y tres meses. Hemos decidido quedarnos con estos polluelos para criarlos y formar familias con ellos».
Adriana Brezoi ha añadido:
«El avestruz no se cría en espacios pequeños, simplemente porque es un ave muy grande y necesita hacer mucho ejercicio, es decir, corre mucho, suele ser muy claustrofóbico, se dice que no le gustan los espacios pequeños. Se dice que el avestruz es ¨la gallina de los huevos de oro¨, así se le llama. Es un ave grande, originaria de África, que se ha aclimatado muy bien en Rumanía».
También hemos descubierto que el único impedimento durante el invierno es la menor cantidad de huevos. Ambos están decididos a ampliar el negocio y comercializar también carne, además de vender huevos y pollos, para que su carne llegue también a los restaurantes. Gabriel Brezoi:
«Conseguimos obtener beneficios con la venta de huevos y polluelos, y en el futuro criaremos también para el sacrificio. Desde Izvoarele, los huevos de avestruz han llegado a Cluj, en Bihor, y a través de un conocido, los alemanes también los han probado (n. del autor: los productos). ¡Están encantados! El huevo de avestruz tiene mucha más proteína, es de mejor calidad que el huevo de gallina, es mucho más fácil de digerir y contiene omega y muchas otras proteínas que nos benefician. La carne también es muy solicitada, es muy saludable, contiene omega 3, 6 y 9, es un poco similar a la de vacuno, pero contiene menos colesterol».
La demanda de carne a nivel nacional está aumentando, pero la mayor demanda proviene del extranjero. Muchos consumidores han descubierto las cualidades de la carne de avestruz y algunos ganaderos han comenzado a sustituir el cerdo por el avestruz, que es mucho más fácil de criar. La carne es mucho más barata y rica en omega 3, omega 6, omega 9 y vitamina E.
Versión en español: Monica Tarău